Nothing But Thieves acaban de lanzar su cuarto álbum ‘Dead Club City’, un trabajo conceptual que presenta una ciudad ficticia y narra la historia de distintos personajes que habitan en ella. La banda británica lleva prácticamente una década experimentando sin ponerse límites y sin miedo a acercarse a sonidos mainstream, mezclando la naturaleza rock del proyecto con una clara inclinación pop. En su recientemente anunciada gira europea, visitarán nuestro país con fechas en Madrid y Barcelona a principios del año que viene.
JENESAISPOP ha podido conversar con su cantante Conor Mason sobre el proceso creativo de este nuevo trabajo y las difusas líneas entre géneros musicales en las que se mueve el grupo.
‘Dead Club City’ es vuestro cuarto álbum y es sobre una ciudad ficticia, ¿de dónde surgió este concepto?
Originalmente comenzó con nosotros estando todavía un poco atascados en ‘Moral Panic’ [NdE: su tercer disco]. Habíamos escrito ese disco, escribimos un segundo, bueno, un EP que lo acompañaba… La pandemia estaba por todas partes, el Brexit aún estaba en proceso… todo sobre lo que sentíamos que estábamos escribiendo aún lo estábamos viviendo y simplemente no parecía avanzar, así que nos sentíamos un poco estancados en ese espacio mental. Tanto en lo que sentíamos como de lo que estábamos escribiendo, así que para nosotros darle la vuelta a eso y escribir en un nuevo estilo, con una nueva técnica y un concepto, fue realmente refrescante en nuestro cuarto disco. Empezamos desde la idea de querer probar eso y luego, a medida que avanzaba, nos metimos en los detalles de lo que queríamos escribir, las historias que contamos y cosas así. Fue muy divertido para nosotros hacerlo. Comenzamos a escribir ‘Welcome to the DCC’ y mientras estábamos pensando «Oh, hagamos un disco conceptual, vamos a averiguar cómo meternos en eso”.
Escribir ‘DCC’ no es que fuese lo primero, porque teníamos otras canciones de antes, pero esta canción realmente nos ayudó a saltar a la piscina y decir «¡Dios mío, podemos llevar esto [el concepto] realmente lejos!» Y nos volvimos muy creativos con eso. Estábamos generando un montón de ideas, pensando en mundos, imágenes, arte, y cosas así, y luego usamos ‘Welcome to DC’ como una gran invitación exagerada al concepto. Cuando la escribimos, no íbamos a lanzarla primero en absoluto. Queríamos hacer como un snippet de unos 30 segundos, pero lo escribimos y lo convertimos en algo muy tonto y grandilocuente a propósito, muy al estilo de los anuncios y carteles de los años 80, así que luego terminamos pensando: «En realidad, es una buena canción. Tal vez deberíamos lanzarla». Fue bastante arriesgado, pero me alegra que lo hayamos hecho.
Sí, yo creo que es una buena introducción al mundo del disco, ¿por qué “Dead Club City”?
Fue idea de Joe, Dead Club City. Creo que lo había apuntado en una nota… Ya habíamos escrito mucho sobre la ciudad en otras canciones y en otro álbum. Supongo que tiene que ver con que somos chicos de ciudad. Hemos vivido en Londres durante 10 años, así que es un entorno natural para nosotros en el sentido de algo con lo que estamos siempre en contacto. Simplemente nos vino de forma natural y sí, la palabra «ciudad» aparece mucho [en nuestras canciones], he empezado a notarlo… [risas]
Este álbum puede ser vuestro más ecléctico hasta la fecha. Hay muchos sonidos diferentes: synthpop, heartland rock, new wave, rock alternativo… ¿Cómo unís todas estas cosas? ¿Cómo manejáis todas estas referencias?
Creo que esto lo que hemos hecho con Nothing But Thieves desde el primer disco… y, esto es simplemente la verdad -no hay arrogancia en esta afirmación-, pero [cuando componemos], nos centramos en mi voz y cómo escribimos canciones alrededor de ella. Qué podemos hacer con ella, cómo encaja una banda alrededor de mi voz, etc.
Mi voz siempre ha tenido y probablemente ahora más, una clara inclinación hacia lo pop y un sonido limpio. Tratamos de descubrir cómo utilizar mis habilidades, por así decirlo, y cómo crear música alrededor de eso. Por eso el primer disco ya fue así… estaba ‘Hostage’, que era como un poco funky con sintetizadores; ‘Painkiller’, que era punk; ‘Ban All the Music’, que era rock clásico; y ‘Graveyard Whistling’, que tenía más influencia de R&B o hip-hop. Era simplemente una experimentación para nosotros. Cuando terminamos aquel disco, pensamos que era una gran idea no ser un grupo encasillado en un género. Empezamos en un momento en el que ciertas bandas tenían un sonido muy concreto y eso era lo único que definía a esa banda: el sonido que habían creado y que seguían repitiendo álbum tras álbum. Para nosotros era lo contrario, se trataba de cómo hacer que cada canción individualmente girara alrededor de mi voz [para crear el sonido], y eso se convirtió en nuestra marca. Nunca nos encasillamos en lo que escuchamos o de dónde sacamos influencias estilísticamente hablando.
Yo tenía Spotify, creo que en una versión pirateada, cuando tenía unos 14 años [risas], así que siempre he escuchado mucha música aleatoria durante toda mi vida. Siempre me ha gustado el soul, el R&B, el metal, el hip-hop, el jazz y una cantidad muy amplia de estilos musicales diferentes. Y creo que esa cultura de las playlists, de cómo escuchamos música, debería reflejarse en cómo la escribimos. No tiene sentido para mí no hacerlo. En el colegio o en el recreo ya nadie se mueve solamente en un grupo de emos o en un grupo de hip-hop. Todo el mundo escucha de todo, y yo siempre he escuchado de todo desde que era un niño, así que naturalmente siempre he querido escribir en ese sentido de experimentación con todos los géneros que me gustan, y los chicos [el resto de la banda] son iguales. Ellos también tienen un gusto muy diverso, y ese ha sido siempre nuestro sello: experimentar y desafiarnos a nosotros mismos, y creo que en este nuevo disco hubo mucha influencia del sintetizador de los años 80 porque Dom estaba muy metido en coleccionar sus sintetizadores de los 80 y experimentar con los sonidos, y eso moldeó el sonido del álbum. Yo melódica y vocalmente ya estaba un poco cansado de las “voces de rock”. Ya lo hice mucho en ‘Broken Machine’ y ‘Moral Panic’ con esa voz áspera y potente que puedo hacer, y simplemente quería volver a mis raíces, a lo que crecí escuchando, que es soul, R&B y disco. Volver a sentirme yo mismo vocalmente de esa manera fue muy divertido y refrescante… No sé qué haré a continuación, esa es la cosa, que estamos constantemente desafiándonos a nosotros mismos e intentando cambiar.
Creo que esto es lo que hace vuestra música interesante. Me da la sensación de que muchos grupos de rock -porque Nothing But Thieves es esencialmente un grupo de rock- tienen miedo a sonar pop…
Sí… Creo que la palabra «pop» carga muchos significados, pero, para mí, se refiere sobre todo al estribillo; una buena composición de canciones y buenas melodías. Una amiga mía en una banda muy buena llamada Black Honey nos dijo: «Lo que destaca para mí de vosotros es que no os da miedo un estribillo», y yo pensé: «¿Por qué alguien tendría miedo de un estribillo?» Incluso tus artistas más “guays”, por así decirlo, Nirvana, Bowie, toda la música con la que crecí, toda gira en torno al estribillo. Todos tienen grandes estribillos pop. [Se necesita] simplemente que esté bien escrito y que lo adornes bien. Para nosotros, sin importar lo que añadamos en términos de géneros y sonidos, siempre y cuando tengamos una gran canción con una gran melodía, una gran letra, un gran gancho, una gran voz, entonces tenemos a Nothing But Thieves en su esencia y luego podemos hacer lo que queramos a partir de eso. Nunca tenemos miedo de escribir un gran estribillo. Tus artistas favoritos siempre tienen buenos estribillos.
«En el colegio o en el recreo ya nadie se mueve solamente en un grupo de emos o en un grupo de hip-hop. Todo el mundo escucha de todo»
¿Cómo se evoluciona sónicamente en un grupo? Supongo que si estás en solitario es más sencillo, pero en una banda dependes de más gente.
Creo que probablemente ya haya contestado a esto en una de mis divagaciones anteriores, pero me parece que es el hecho de que nunca hemos puesto límites a nuestras influencias y a lo que sacamos de ellas. Si un día estoy escuchando mucho R&B o soul y quiero mostrarles eso a los chicos, o si Dom está explorando la música house francesa… simplemente tenemos una gran comunicación entre nosotros. Probamos esas influencias y cosas que queremos incorporar a Nothing But Thieves, y luego, entre los tres, Dom, Joe y yo, tenemos una gran comunicación.
Sabemos si una canción funciona para nosotros y nunca dejamos que una canción pase el corte a menos que a los tres nos encante, y eso siempre ha sido así. Siempre encontramos la manera de que los tres nos guste y continuamos probando nuevos estilos y géneros, siempre manteniéndonos frescos, pensando juntos y evolucionando.
Hablabas antes de que el grupo gira en torno a tu voz, ¿cuál dirías que es tu mayor reto como vocalista?
Soy una persona bastante obsesiva, así que si puedo pensar en algo vocalmente, trabajaré y descubriré cómo lograr que ese sonido salga de mi boca. Trabajo mis músculos, mi diafragma, mi garganta y mi voz para descubrir exactamente cómo hacerlo. Simplemente quiero poder hacer todo lo que pueda imaginar. Cuando era niño, escuchaba a una variedad de cantantes de todos los géneros y los imitaba y descubría cómo hacerlo. También soy bastante competitivo, de pequeño era muy deportista, y creo que ser competitivo cantando es lo mismo, siempre quiero poder hacerlo todo. Fui a clases de canto cuando era niño… me esfuerzo mucho vocalmente para ser lo mejor que puedo ser.
Lo que mantiene la frescura para mí es, nuevamente, el aspecto de los géneros. Hice lo del [estilo de voz] rock con ‘Broken Machine’ y ‘Moral Panic’, y ahora estoy explorando el R&B y el soul, algo con lo que crecí, y realmente lo disfruto. Al final, hago todo esto por felicidad y por disfrute. En realidad, ya hubiera tirado la toalla con todo esto si no lo disfrutase, pero afortunadamente, lo que más alegría me da es cantar. Es un constante experimento y una forma de encontrar la felicidad en lo que hago todos los días.
«Únicamente queremos disfrutar al máximo de lo que hacemos, hacer la mejor música posible y divertirnos»
¿En qué fue diferente el proceso de crear este álbum de vuestros anteriores trabajos?
Dom coprodujo el álbum, por lo que fue una dinámica diferente al tener a un miembro de tu grupo al mando. Él tenía que confiar en nosotros y también tenía mucha presión, pero creo que como escribimos juntos los tres y la calidad de la producción de las demos en su escritura era muy alta, facilitó las sesiones de producción, que duraron cinco meses. Pasamos cinco meses en casa, en Essex, y esto permitió que fuera más fluido porque ya sabíamos cómo iba a ser el núcleo de cada canción, y ese 10-20% adicional de experimentación era simplemente tiempo libre en el que nos divertíamos y jugábamos. Estuvo genial tener cinco meses para ir y venir con las voces, obsesionarme con los detalles, y lo mismo con todas las partes de guitarra y demás. Diría que esa fue la diferencia. Cuanto más tiempo teníamos, más libertad, porque lo estábamos haciendo internamente, juntos, sin tener que adaptarnos al gusto o al tiempo de un productor externo.
Creo que también somos una banda diferente ahora y somos personas diferentes. Todos hemos crecido y ahora tenemos 30 años. Para nosotros, y definitivamente para mí, se trata principalmente de disfrutar de todo. El ego quedó en el olvido hace años, pero se ha vuelto aún más insignificante a medida que vamos creciendo. Únicamente queremos disfrutar al máximo de lo que hacemos, hacer la mejor música posible y divertirnos.
Además de Dom, Jonathan Gilmore [que ha trabajado con The 1975, Rina Sawayama, Carly Rae Jepsen…] también está en la producción de algunas canciones…
Sí, John es genial. John ya trabajó con nosotros en nuestros primeros discos. Es un ingeniero increíble. Tiene un talento impresionante con la tecnología y tiene un gran oído para los matices. Además, permitió que Dom tuviera total libertad creativa en la producción. Creo que ese es el punto fuerte de Dom, que se deja llevar para crear constantemente. John estuvo allí apoyándonos al máximo en cuanto a ideas de ingeniería y producción, pero también facilitando todo lo que hacemos. Fue realmente bueno trabajar con él.
En el aspecto visual, ¿cómo creasteis el universo del disco?
Esta fue la primera vez que todos nuestros departamentos de arte y demás se acercaron a nosotros para cada mínimo detalle, porque era nuestro concepto y estaba literalmente solo en nuestras cabezas. La única forma en que podíamos traducirlo era tratando de comunicarlo de la mejor manera posible. Fue increíble. Fue muy divertido sumergirnos en todos los videos y en el arte (portadas, imágenes, etc.) y también en el estilo, como la ropa que usamos. Tuvimos objetos tangibles como postales y folletos que se utilizaron en todos los videos, e incluso una máscara de gas que aparecerá en uno de los videos. Espera, ¿cuándo sale esto? [risas]
Probablemente la semana en la que salga el álbum [NdE: salió el 30 de junio].
Ah vale, sin problema. Básicamente, tenemos elementos que se trasladan de un video al siguiente. Fuimos muy meticulosos en asegurarnos de que todo estuviera conectado, incluyendo la combinación de colores y la forma en que realmente no sabes en qué período de tiempo está ambientado o dónde se encuentra. Eso fue realmente importante para nosotros en toda la estética, e incluso en el estilo. Es como si fuera muy futurista, pero en realidad no lo es. Hay influencias súper retro de los años 80 y todo está muy bien conectado. Nos lo hemos pasado muy bien creando todo esto y yendo por esta dirección, así que espero que salga bien, de lo contrario, tenemos totalmente la culpa [risas].