Entre los mejores discos de 2021, muchos recordaréis el debut de Genesis Owusu. ‘Smiling With No Teeth‘, premiado con el ARIA a Álbum del Año en Australia, galardón que en otras ocasiones ha caído en manos de Tame Impala (hasta 3 veces), Empire of the Sun o The Presets, contenía una curiosa mezcla de hip hop, instrumentos orgánicos, indie y synth-pop ochentero. Llovían las comparaciones con los misteriosamente desaparecidos TV On The Radio, solo que Genesis Owusu, natural de Ghana, añadía cierta impronta africana, muy perceptible en el grito de guerra de ‘The Other Black Dog‘.
Un par de años más tarde, ‘STRUGGLER’ repite la fórmula, concentrándose sobre todo en la mezcla de hip hop con sintes y punk. Incluso el concepto del álbum es muy similar. Si el primero luchaba contra «dos perros negros», uno de los cuales era el racismo y el otro la depresión, esta vez este «LUCHADOR» enfrenta a un anti-héroe llamado ‘The Roach’ con El Viejo, ‘The Old Man’, alguien que «desde el cielo te jode la vida».
El nuevo viaje de Genesis Owusu comienza con ‘Leaving the Light‘, donde desarrolla su querencia por los sonidos sintéticos y medio industriales, como para situar esta nueva película en algún punto entre ‘Blade Runner’ y ‘Terminator’. «Más vale que corras. Hay un Dios y viene a por mí / No necesito una pistola, puedo hacerte daño con mi lengua», reta.
Los mencionados personajes The Roach y The Old Man presentan su propia canción a continuación, una con más guitarras onda The Banshees como las de ‘Waitin’ on Ya’ en el disco anterior, la otra algo más Primal Scream. Luego, Genesis Owusu va alternando los momentos de debilidad con los de renacimiento. La balada de R&B amable, ‘See Ya There’, quiere representar un momento bajo por almibarada que pueda resultar. Él mismo define este tema como «nihilista» y ‘Balthazar’ como «existencialista». De hecho, ‘The Roach’ contiene una referencia a Gregorio Samsa, el protagonista de ‘La Metamorfosis’ de Kafka. Hacia el final del disco, de manera algo predecible, el artista ha querido ir introduciendo cierta luz.
La historia de ‘STRUGGLER’ termina con otra balada de R&B que el artista define como ni «final feliz ni triste, sino de aceptación». «El ventilador estaba lleno de mierda», dice, por increíble que te pueda parecer. Para entonces es claro que Genesis Owusu ha repetido patrones respecto a lo que fue su disco de debut.
Pero como suele suceder en el arte, lo importante no es lo que se dice, sino cómo se dice, y a mitad del camino encontramos nuevas gemas como ‘That’s Life (A Swamp)’, ‘Stay Blessed’ o ‘What Comes Will Come’ para demostrarlo. La primera es un delicioso número de música disco, solo que psicodélica, con piano eléctrico y voz en falsete, que después torna en fantasía dub. La segunda podría haberse inspirado en Le Tigre, lo cual es tan inesperado como esas referencias al ‘Vogue’ de Madonna (‘Tied Up!’) y a ‘Human’ de The Killers (‘The Roach’). Y la última es un número jamaicano con una incursión drum&bass más orgánica que las que tan de moda están, y una outro preciosa.
Si bien ‘STRUGGLER’ es a todas luces el hermano pequeño de ‘Smiling With No Teeth’, queda justificado porque este no tuvo la repercusión internacional o comercial merecida: sus streamings lucen escasos incluso dentro del propio perfil del artista. Con ese pastel, Genesis Owusu ha hecho bien en tratar de asentar sus hallazgos antes de pasar página de manera artificiosa. Es un clásico que el segundo disco de tu carrera trate de consolidar una figura antes de que llegue el verdadero calvario: el tercero.