Música

Jon Batiste / World Music Radio

El ganador más inesperado del Grammy a Álbum del Año de los últimos tiempos ha sido Jon Batiste, que tras aquel ‘We Are‘ tan buenino, vuelve con una obra conceptual. Partiendo del hallazgo de una transmisión descubierta en el espacio que nadie sabía de dónde venía, el artista procedente de los aledaños de Nueva Orleans se ha montado su propia radio. Como The Weeknd, solo que él -y no Jim Carrey- es el locutor principal, y los invitados los actores de una película con la que quiere trasladar un mensaje optimista de hermandad a todo el mundo.

Como para llegar a todos los países por igual, ha contado con artistas tanto procedentes del hip hop (Lil Wayne) como del k-pop (NewJeans). Latinos como Camilo y baladistas como Lana del Rey coinciden en este proyecto que no teme a estilos como el afrobeat, el reggaeton, el piano-jazz, el soul, el country y aún podríamos continuar hablando de influencias como Outkast (‘BOOM FOR REAL’) y Lou Reed (‘Master Power’) . En definitiva, estamos ante un viaje por el mundo con coartada intelectual al modo de ‘Madame X’ de Madonna, o los discos que lo inspiraron, en especial Stromae.

Jon Batiste, eso sí, opta por un discurso menos revolucionario, de nuevo almibarado, más Disney, ajeno al mundo actual. ¿Que Trump puede volver a gobernar Estados Unidos imputado por varios delitos? «¡Da igual republicano que demócrata!», exclama el single ‘Be Who You Are’. ¿Que Putin invade Ucrania? «¡Sé tú mismo!». Algo así parece querer decirnos a veces un álbum que desemboca en un dúo con Lana del Rey, sobre una relación malograda, después de varios segundos de silencio, quizá porque lo suyo no pegaba demasiado después de tan inverosímil elenco, desde Kenny G a un saxo pegado, a la catalana Rita Payès (protagonista de la improvisación ‘My Heart’).

No cabe duda de que es a los momentos tristes y clásicos a los que Batiste saca mayor partido. La esposa del artista ha sufrido leucemia y tuvo que someterse a un trasplante y de ahí han surgido una serie de composiciones a piano entre las que se incluye ‘Butterfly’. Una canción que, bien interpretada y editada en una ceremonia tipo Grammys, podría dar un salto tamaño Adele o, como mínimo, John Legend. ‘MOVEMENT 18′ (Heroes)’ también cuenta con otro exquisito piano sobre el que se improvisa durante casi 5 minutos y es otro de los momentos álgidos de este álbum.

Lo que no implica que todos los números bailables parezcan musicar un parque de bolas. Entre los más notables está el que pasa del góspel al reggaeton (‘Worship), el que referencia a Stevie Wonder (‘Calling Your Name’), a Michael Jackson (‘CALL NOW…’ junto a su padre Michael Batiste), y el de Gnarls Barkley (‘Uneasy’). Tras comenzar en plan ‘Crazy’, esta última incorpora la voz de Lil Wayne y finalmente un solo de piano bastante loco. Es ahí donde el que fuera durante 7 años director musical del Late Show de Stephen Colbert se siente más cómodo. No, no dio precisamente su mejor melodía a la modernidad de ‘White Space’, que parece aparecer aquí solamente para recordarnos que este disco es del siglo XXI, que Kanye West ya existió.

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Publicado por
Sebas E. Alonso