Música

Steven Wilson: «Nirvana fue la última banda de rock que sonó fresca»

Esta semana Virgin nos ha convocado en un estudio Dolby Atmos, nos ha dejado tan a oscuras que no sabíamos quién o qué teníamos al lado, y nos ha pinchado un disco con la mejor calidad de sonido de que dispone el mercado. En un movimiento realmente ya inusual en la industria musical, fans y medios hemos podido escuchar un álbum en una calidad que no ofrecen cascos ni equipos caseros, por muchos euros que hayas querido poner en el empeño.

El disco que se presentaba es ‘The Harmony Codex’ de Steven Wilson, a la venta el próximo 29 de septiembre. Ora prog-rockero, ora gurú de la electrónica, el miembro de Porcupine Tree edita ahora una obra conceptual sobre un relato también llamado ‘The Harmony Codex’ que él mismo publicó el año pasado. En torno a una historia distópica sobre un padre, dos hijos, un terrorista y con un punto de ciencia ficción, el disco incluye pistas cósmicas, ambient, prog-rock y trip hop, entre otras etiquetas de las que huir.

La sensación de escuchar una guitarra acústica plenamente diferenciada de otra eléctrica que proviene de otro punto de una gran sala es ciertamente inmersiva y motivadora. Este lugar, Ocine Caleido Urban, donde ya asistimos a un evento de otros grandes friquis del sonido como son Triángulo de Amor Bizarro, supone un contraste con ese odioso móvil del que procede algo que se parece a la música, en el metro camino a Begoña.

Del disco ya se han revelado 3 singles que no hacen justicia al viaje que representa este álbum, aunque sólo sea porque la canción titular son 10 minutos de «no pasar nada» según su propio autor, que sitúa ‘The Harmony Codex’ como una de sus pistas favoritas. El propio Steve Wilson ha hecho acto de presencia para explicar que si está aquí es para derribar géneros, para recordar que lo «progresivo» significa cosas muy diferentes para distintas personas, y que su intención esta vez es lograr algo más cinético, y no particularmente electrónico o rock como en épocas anteriores.

Deslenguado y natural, y frente a una audiencia eminentemente masculina y rockera -y esto último lo ha recalcado él mismo-, Steven Wilson ha revelado su hartazgo de los patrones del rock tanto en el estudio, como en directo. Incluso ha bromeado con su tendencia a «perder fans», arrancando risas entre el respetable. «No puedo hacer nada nuevo con guitarra, bajo y batería que no se haya hecho ya», ha confesado hablando de no querer volver a repetirse y de perder el miedo a probar cosas diferentes. Los sintetizadores se le antojan más excitantes en tanto que «no los comprende» tan bien, y su manera de acercarse a ellos es humilde: en sus propias palabras, «como si fuera idiota».

Más allá aún, ha cargado contra el rock del siglo XXI por su incapacidad para reinventarse. «Ojalá alguien pruebe que estoy equivocado, pero el rock se ha paralizado en el siglo XXI. Nirvana fue la última vez que el rock supo sonar fresco. Kanye West ha innovado más que el rock del siglo XXI». En una entrevista que mantuvimos con él un par de horas después, añadía: «Hace más de 30 años, desde Nirvana, de la última vez que el rock significó realmente algo a escala global, donde pudiera influir a todo, desde la moda al cine. Es la última vez que el rock pareció importar algo de manera internacional».

En la rueda de prensa, tras mencionar explícitamente ‘Yeezus’ y también el genio de Billie Eilish, salvajemente influida por los beats de aquel disco de 2013, Steven Wilson ha usado palabras como «retro» o «regresivo» para referirse al rock del siglo XXI. Cuando según él «vivimos en un mundo electrónico, con móviles, ordenadores, donde todo es electrónico».

Alguien entre el público osaba mencionar a Noel Gallagher, siendo Oasis posteriores a Nirvana. Noel suele decir que ya no hay bandas de rock como las de antes, y que el mercado ya no las quiere. Mientras nadie iba a mencionar a Måneskin delante de Steven Wilson, yo pensaba en los números de Arctic Monkeys, con un ‘AM’ que no abandona las listas de streaming ni con agua caliente. ‘I Wanna Be Yours‘ es ahora mismo una de las 20 canciones más escuchadas en todo el mundo.

Por suerte ha sido el propio Steven Wilson quien ha sacado el nombre de Arctic Monkeys a colación, solo para elogiarlos, aunque puntualizando que salieron «hace como 20 años». Pero ya no caben en su corazón grupos que copien a Led Zeppelin, entre los que se incluyen algunos de sus proyectos. «Mi padre me lavó el cerebro con Pink Floyd», y eso se nota en su nuevo disco. Pero también ahora muchas otras influencias diferentes.


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Publicado por
Sebas E. Alonso