‘Al Final Abrazos’ es el single más escuchado de toda la carrera de Mujeres. Un grupo que lleva 10 años en activo, que es capaz de lanzar el mayor éxito de su carrera en el momento presente, en lugar de solo al principio, no le debe tanto a la suerte, y sí mucho -todo- al talento y a la constancia. El trío de Barcelona no ha parado de tocar, en su paso al castellano ha sacado los mejores discos de su trayectoria, y el nuevo, ‘Desde flores y entrañas’, continúa lógicamente por la senda de su sorprendente colaboración con Cariño.
Como ya demostró ‘Rock y amistad’ (2021) después de ‘Siento Muerte’ (2020), y también exhibieron lanzamientos previos, Mujeres están sabiendo esculpir su sonido cada vez mejor, disco a disco. ‘De flores y entrañas’ es un disco particular en su discografía, en tanto que Yago Alcover, Pol Rodellar y Arnau Sanz lo han podido preparar y amasar poco a poco, sin prisa, por primera vez, sin la presión de tener un plazo respirándoles en la nuca. Ellos se han dejado llevar por el río de la inspiración, y les han terminado saliendo 17 canciones, nada menos. No han querido dejar ninguna fuera.
Y no tendrían motivo. Las canciones de ‘De flores y entrañas’ son sólidas e inmediatas, y equilibran potencia guitarrera y melodía pop como pocas veces en su carrera, sobre todo a nivel proporcional. La influencia del surf-pop, sobre todo de las armonías de los Beach Boys, sigue muy presente, pero los mimbres siguen anclados en el garaje-punk clásico, y el trío prueba otras cosas también, logrando que el disco se pase más rápido de lo esperado ante un tracklist tan largo.
‘Las victorias y derrotas’ abre sonando a todo un tiro de los Ramones, pero Mujeres ni mucho menos se estancan explorando este sonido en el disco. El mejor ejemplo es el sorprendente primer single, ‘Horizontal en llamas’, que, prescindiendo de percusiones, directamente es una canción de dream-pop, y una de las más bellas que el grupo ha firmado. En el estilo clásico de Mujeres despunta el single ‘Si piensas en mí’, aún apegado al organillo que ya sonaba en ‘Al final abrazos’, y ‘Diciendo que me quieres’ ni siquiera disimula la influencia de Phil Spector, utilizando el ritmo clásico de ‘Be My Baby’.
‘No puedo más’, con toda la desesperación que reúne su letra, en un disco que habla básicamente de los males de la vida, del amor, resacas y demás tópicos cotidianos, es otro buen single de Mujeres, pero ‘Entre flores y entrañas’ presenta otras agradecidas sorpresas. Ninguna de las cuales tiene que ver con el flamenco, por cierto, a pesar de que la banda dice que el título del disco está inspirado en el de ‘Potro de rabia y miel’ de Camarón de la Isla.
‘Se avecina una herida’, la pista 2, apuesta decididamente por un sonido que es puro bubblegum-punk. La influencia surfera está en todo el disco, pero el sonido hawaiano quizá nunca había sido tan explícito. Es una pena que Mujeres solo lo exploren de manera tangencial: ‘Cuando lágrimas arden’ podría ser una de las mejores canciones del elepé, pero se acaba antes de que haya empezado. Con un guitarrazo, Mujeres, más que acabarla, se la quitan de encima. ’Por lo visto ya da igual’, por otro lado estupenda, inicia esta misma senda para abandonarla enseguida. Quizá ‘Como una bendición’ despunta muy por encima del resto, pues es una canción basada en la tensión, que nunca explota.
A lo largo de 47 minutos, a Mujeres les da tiempo de entregar canciones que se crecerán en sus cada vez más concurridos directos, como la trotona ‘Una consecuencia extraña’; ‘Se contempla una opción’, que vuelve a recoger el legado punk pop de los mejores Alaska y los Pegamoides; o ‘Estallido sin cambios’, algo así como su versión particular del mayor hit de The Jesus & Mary Chain. También les da tiempo a repetirse a sí mismos, como en temas como ‘Solamente es brutal’ o en el tramo final del repertorio en canciones bastante irrelevantes para el global del disco como ‘Doblemente mal’. Por suerte, ‘Temporal sentimental’ ofrece un necesario respiro de tanta energía sonando curiosamente country, y ‘Una pasión concreta’ es otro caramelo a un organillo pegado. Mujeres, en forma.