Cine

‘Mamántula’ y otras películas vistas en Gijón 2023

“¡Se acabó!”. Así, como María Jiménez, anunció la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón (Foro), su ruptura con Vox. El desencadenante fue el intento de la formación de ultraderecha de instrumentalizar el Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón (FICX), de convertirlo en un certamen de “valores” para “todos los públicos”. Lo irónico es que este festival supuestamente tan exclusivo y exquisito, plagado de películas que nadie entiende, ha superado en esta 61 edición el record histórico de espectadores.

La sátira ‘No esperes demasiado del fin del mundo’ (Radu Jude) y los documentales ‘De Facto’ (Selma Doborac) y ‘Los restos del pasar’ (Luis Soto Muñoz y Alfredo Picazo) han sido las películas ganadoras en cada una de las secciones oficiales: Albar, Retueyos (dedicada a cineastas emergentes) y Tierres en Trance (para filmes iberoamericanos). A continuación reseñamos diez de las películas más destacadas del festival (a las que habría que añadir la deslumbrante y ya reseñada ‘Disco Boy’ y ‘Fallen Leaves’, la nueva obra maestra de Aki Kaurismaki que analizaremos en su estreno a finales de año.

‘No esperes demasiado del fin del mundo’: risas contra la precariedad
El inclasificable Radu Jude es un habitual del FICX. Tras ganar hace cinco años el premio al mejor director con ‘No me importa que pasemos a la historia como unos bárbaros’ (2018), su última película se ha llevado el máximo galardón del festival. El cineasta rumano regresa con otra provocadora sátira sobre las miserias del tardocapitalismo y su impacto en la sociedad rumana contemporánea. Como en la anterior ‘Un polvo desafortunado o porno loco’, ‘No esperes demasiado del fin del mundo’ es una mezcla muy audaz y heterodoxa entre comedia costumbrista, ensayo sociopolítico y experimento cinéfilo. La película sigue a una ayudante de producción durante su interminable jornada laboral a bordo de una furgoneta. A partir de ese eje argumental, el filme avanza por carreteras inesperadas: dialoga con la película ‘Angela merge mai departe’ (1982), sobre una taxista en el Bucarest de Ceausescu; satiriza los alter egos en las redes sociales con un personaje que debe su éxito a sus improperios machistas y racistas; y recrea el rodaje de un spot de forma tan mordaz como tronchante. 7’9

‘La zona de interés’: el horror fuera de campo
Las películas de Jonathan Glazer se han convertido en acontecimientos cinéfilos. El más kubrickiano de los realizadores actuales no se prodiga en el largometraje, solo cuatro en más de veinte años, pero cada vez que lo hace entrega una obra maestra (por no hablar de sus videoclips, claro). Al igual que la impresionante ‘Under the Skin’ (2013), su nueva película es una adaptación literaria. Glazer parte de la famosa novela de Martin Amis ‘La Zona de Interés’ (Anagrama) para hacer un retrato fuera de campo del horror nazi. Una mirada en off al Holocausto a través del relato de la vida cotidiana de la familia del comandante de Auschwitz, Rudolf Höss (impresionantes Christian Friedel y Sandra Hüller), en el chalet anexo al campo donde residían. La banalidad del mal de la que hablaba Hannah Arendt expuesta en toda su espantosa crudeza. 9

‘Fremont’: esto sí es cine indie
Ha sido uno de los descubrimientos más gratos del festival. Una película estadounidense verdaderamente indie (no como la “sensación indie” ‘Vidas pasadas’, producida nada menos que por Killer y A24), de un director, Babak Jalali, muy premiado en festivales (Rotterdam, Karlovy Vary) pero muy poco distribuido internacionalmente (en España no se ha estrenado nada, ni siquiera en plataformas). Su inesperada nominación en los British Independent Film junto a pesos pesados como ‘Anatomía de una caída’, ‘Fallen Leaves’ y, sí, la bastante ñoña ‘Vidas pasadas’, promete darle una visibilidad (también influida por la presencia de Jeremy Allen White) que no ha tenido hasta ahora. Por medio de una puesta en escena muy despojada, influida por el primer Jim Jarmusch, ‘Fremont’ narra una melancólica historia de soledades y desarraigo protagonizada por una traductora afgana que trabaja en una fábrica de galletas de la suerte tras haber huido de los talibanes. 8’3

‘El último verano’: en brazos de la mujer madura
Remake de la excelente película danesa ‘Reina de corazones’ (2019) a cargo de la reina francesa de la transgresión: Catherine Breillat (‘Romance X’, ‘Una chica de verdad’). Lo primero que sorprende de esta nueva versión –viniendo de quien viene- es que es mucho menos explícita sexualmente que el filme original, es más sensual que sexual. Lo segundo, que es una película más lograda en su reflexión sobre la mentira y la manipulación en las relaciones de pareja que en la mostración del deseo femenino y el tabú del sexo con adolescentes, al que extrañamente le falta fuerza y capacidad de transgresión. Lo que no sorprende es la interpretación de Lea Drucker (‘Custodia compartida’, ‘Close’), convertida en una de las actrices más en forma del cine francés actual. 7

‘El cielo rojo’: la peor persona del mundo
La nueva película del siempre interesante Christian Petzold (premiada en la Berlinale) es una estupenda comedia veraniega protagonizada por un personaje insoportable: un joven escritor (fabuloso Thomas Schubert, nominado a los Premios del Cine Europeo) pagado de sí mismo, incapaz de ver más allá de su ombligo. Con un protagonista tan desagradable, un tipo egoísta, soberbio y gruñón, el director alemán ha realizado una película que es todo lo contrario: divertida, luminosa y llena de profundidad psicológica y emocional. Un delicado cuento de verano rohmeriano a orillas del Báltico que, poco a poco, como el fuego que se vislumbra a lo lejos (de ahí el título), se va transformando en algo mucho más dramático. A destacar también la actuación de Paula Beer, quien parece haber sustituido a Nina Hoss como actriz fetiche de Petzold. 8’1

‘El mal no existe’: Hamaguchi no decepciona
Había mucha curiosidad por ver cómo iba a ser la nueva película de Ryusuke Hamaguchi tras la excelente y oscarizada ‘Drive My Car’. El origen de ‘El mal no existe’ (el filme parte de un corto realizado para acompañar los conciertos de Eiko Ishibashi) hacía pensar que iba a ser una película menor o poco comercial. Nada de eso. Después de un hermoso prólogo que sí podría recordar a un cine menos narrativo, más poético, el director japonés despliega su habitual talento para la narración de dramas complejos presentados con sosiego, sutileza y un hipnótico lirismo. En esta ocasión, el conflicto entre lo rural y lo urbano, entre el equilibrio ecológico y la lógica destructiva del capitalismo, le sirve a Hamaguchi para dibujar un excelente retrato de personajes y reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza. Su imprevisible y desconcertante final dará mucho que hablar. ¿Desatino o genialidad? Yo aún no lo tengo claro. 8’2

‘Anatomía de una caída’: una Palma de Oro algo menor
Después de haber visto dos obras maestras llegadas de Cannes como ‘Fallen Leaves’ y ‘La zona de interés’, mis expectativas con respecto a la Palma de Oro de este año eran enormes. ‘Anatomía de una caída’, dirigida por Justine Triet (‘El reflejo de Sibyl’, ‘Los casos de Victoria’), es un drama judicial brillantemente escrito e interpretado (Sandra Hüller es un portento), que desentraña las complejidades de una relación de pareja de forma lateral, por medio de los testimonios y la documentación aportada en un juicio. El problema es que ese juicio, muy parecido al del famoso caso de la escalera (relatado en la estupenda miniserie ‘The Staircase’), se nota demasiado que sirve como mera excusa para hablar sobre lo que realmente le interesa a la directora: el juicio moral, la anatomía de una crisis matrimonial. Una película que se ve con mucho interés (los 150 minutos vuelan), pero que apenas deja poso. 7’4

‘¡Linda quiere pollo!’: otra animación es posible
No es fácil sacudirse el dominio estilístico impuesto por Disney y Japón en la animación dirigida a todos los públicos. Salirse de esos patrones gráficos conlleva un riesgo comercial que no todos están dispuestos a asumir. Por eso es una gran noticia que una película tan a contracorriente formalmente como ‘¡Linda quiere pollo!’ se haya estrenado en Francia y vaya a tener vida más allá de los festivales (arrasó en Annecy y es la principal rival de la española ‘Robot Dreams’ en los Premios del Cine Europeo). Dirigida por Chiara Malta y el animador Sébastien Laudenbach (conocido por ‘La jeune fille sans mains’), la película es una encantadora comedia musical llena de ternura, humor alocado, rebeldía infantil y unas estupendas canciones a cargo de Clément Ducol (pareja de Camille). Todo ello articulado a través de un estilo de animación brillante, con una utilización muy creativa y simbólica del dibujo y el color. 7’7

‘Scrapper’: un debut “peleón”
‘Scrapper’ es una muestra de cómo cuida la organización del FICX una sección tan emblemática y multitudinaria (llegan escolares de todo el norte de España) como Enfants Terribles, destinada a la infancia y la juventud, y que además es el origen del festival (nació en los sesenta con ese propósito). El debut de la británica Charlotte Regan, premiado en Sundance y con 14 nominaciones a los British Independent Film Awards, podría perfectamente haber formado parte de la sección oficial. El hecho de que se haya incluido en una sección “menor” es una muestra del compromiso por la calidad de los filmes seleccionados en esa categoría. ‘Scrapper’ (ya estrenada en salas) es una hermosa historia sobre el duelo infantil y la paternidad adolescente, narrada con delicadeza, ternura y sentido del humor. 7’6

‘Mamántula’: más divertida si te la cuentan
Tras su paso por San Sebastián, el mediometraje de Ion de Sosa (habitual colaborador de Chema García Ibarra y López Carrasco) había despertado bastante interés. La sesión del FICX estaba llena de un público mayoritariamente joven, expectante por ver lo que prometía ser una pegajosa mezcla entre ‘Expediente X’, la ciencia ficción del primer Cronenberg y la estética de Bruce LaBruce. Sobre el papel, la premisa es irresistible: una araña gigante alienígena travestida de leatherona siembra el pánico en los bajos fondos de Berlín chupándoles la vida a sus víctimas a través de mortales felaciones. Sobre la pantalla, no funciona tan bien. Aunque plásticamente es bastante atractiva, a ‘Mamántula’ le falta humor (la pareja de policías capitaneada por Lorena Iglesias está muy desaprovechada en ese sentido), ingenio narrativo y capacidad de transgresión. Al final todo queda en poco más que una feliz pero simple ocurrencia. 6

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Publicado por
Joric
Tags: fremont