“Don’t give up, it’s not too late” dicen Kasabian en ‘Coming Back To Me Good’, uno de los temas de su último disco, y también es lo que han debido pensar ellos. Evidentemente, la expulsión de Tom Meighan no sería fácil para el grupo, y “reemplazarlo” con Sergio Pizzorno podía salir muy bien o muy mal; el originariamente guitarrista y compositor pasó a vocalista ya en el anterior disco, ‘The Alchemist’s Euphoria’, y continúa siéndolo aquí.
‘The Alchemist’s Euphoria’ volvió a ser número 1 en las islas, pero vendiendo menos que los anteriores, así que ‘Happenings’ es un intento de cambiar esa tendencia, y parece que no plantea tanto atraer a los seguidores que se fueron… sino conseguir nuevo público. Precisamente por eso, en este álbum, con carácter aún más electrónico que el anterior, queda claro que Kasabian no buscan “reemplazar” a Meighan por Pizzorno. Buscan reinventarse.
Sergio Pizzorno ya era el compositor principal de la banda, así que en ese sentido no es que haya un gran cambio. Tampoco destacaban especialmente por sus letras, y ejemplos como “you can be the greatest of all time / you can be the greatest of all / you’re an icon, don’t ever compromise / gotta be strong, love will always find a way / don’t let ‘em bring you down” (‘G.O.A.T.’) no vienen a cambiar eso. Tiene su gracia en ‘Algorithms’ eso de “we’re not here for a long time, just here for a good time / this one’s for the weirdos, one day we’ll be heroes”… pero realmente la canción habla de inteligencia artificial y de que los robots no pueden sentir emociones (?), todo esto en medio de “wowowo ohohoh” varios.
Esto último es bastante general en el disco, pero el no esconderlo es también una de sus virtudes: no se puede decir que ‘Happenings’ sea un disco especialmente ambicioso en el sentido artístico, pero su despreocupación se disfruta bastante, y es bastante eficaz en su cometido.
Lo peor que tiene es empezar con la que probablemente sea la mejor canción: ‘Darkest Lullaby‘ es todo un caramelito, incluso podría entrar en el top particular de Kasabian, pese a ser tan distinta a sus clásicos. Por suerte, hay otros muy buenos temas en el tracklist, comenzando por la inmediatamente posterior, ‘Call’, con una segunda parte verdaderamente vibrante, y que en su giro al pop y al sonido más funk podría estar perfectamente en el ‘Radical Optimism‘ de Dua Lipa.
Hay en todo el disco, como no podía ser de otra manera, cierta esencia de Tame Impala (‘Hell Of It’ no puede sonar más a ellos, especialmente su outro), o de los Black Keys de ‘Turn Blue‘. Tampoco es esto ‘Follow The City Lights’, ojo, y el lado duro de Kasabian asoma en temas como ‘G.O.A.T’ (con un fantástico solo de guitarra), ‘Bird In A Cage’ (con especial gusto por la distorsión) o ‘How Far Will You Go’, que por momentos suena a una mezcla entre Amyl and The Sniffers y The Offspring. Estas dos últimas, junto a la redhotiana ‘Passengers’ (donde el toque electrónico se siente bastante forzado), son quizás los rivales más débiles de este trabajo.
Por lo general, ‘Happenings’ es posiblemente el disco más pop y más disfrutón de Kasabian, con lo cual tiene bastante sentido que la producción, además de obra del propio Pizzorno, venga por el ex Filthy Dukes Mark Ralph, artífice de hits de Years & Years, Clean Bandit, Georgia o Zara Larsson. ‘Italian Horror’ es quizás el mayor ejemplo de por dónde van los tiros aquí: por un lado es claramente una canción de Kasabian, pero por otro toma el nuevo sonido y está llena de “ohohoh” varios. Quizás demasiados, en este caso, pero funcionará genial en un contexto festivalero.
En un concierto de la banda, en cambio, habría más curiosidad por ver cómo defienden pasajes tan interesantes como los de ‘Darkest Lullaby’ o ‘Hell Of It’, o el mencionado solo de ‘G.O.A.T’. Pizzorno se sinceraba hace poco diciendo que “no soy extrovertido, soy un compositor… y ahora soy el líder de esta banda enorme”, como acojonado con la responsabilidad que tenía encima. Puede respirar tranquilo: ‘Happenings’ no es el disco del año, pero es un álbum bastante decente en el que, frente a volver a hacer lo mismo, Kasabian apuestan por renovarse y, sobre todo, por pasárselo bien.