‘Like Crazy‘ fue un gran éxito (aunque tuviese luego una gran caída) para Jimin, siendo el primer número 1 en Billboard Hot 100 conseguido por un cantante de k-pop. Aunque desde luego efectiva, no le encontré el punto, sobre todo porque veía muy evidente lo manufacturada que estaba, encontrándola desprovista de cualquier emoción, y casi que hecha por una IA. Tanto sus fans como los que consiguiera con ‘Like Crazy’ tienen ahora un pequeño regalo en lo que Jimin realiza el servicio militar obligatorio de su país, y es este ‘Muse’.
El mayor regalo es, claramente, su tema final, ‘Closer than This’, que podría ser estudiado por quienes quieran interesarse en el campo de las relaciones parasociales. Puede dar un poco de mal rollo o puede resultar tierno, depende de cómo lo mires, y casi que también depende del momento del día. El resto de los temas, en cambio, hablan más de distintos amores y seducciones, usándolo a veces como vía para hablar de sí mismo o de la búsqueda de la musa (de ahí el título).
En general, es todo bastante inofensivo; no es que su anterior disco fuese ‘Así habló Zaratustra’, pero sí se veían matices más oscuros, unas subidas y bajadas que aquí están casi todo el tiempo arriba. Esto no tiene por qué ser un problema, un disco puede ser alegre y estupendo, y tenemos ejemplos recientes (como los últimos de Lorde y girl in red), pero en ‘Muse’ se nota demasiado una cosa forzada y, paradójicamente, una desgana a la hora de expresar esas supuestas ganas.
De hecho, en la producción, además de nombres de BTS como GHSTLOOP, Pdogg o ARCADES, aparecen productores que podemos encontrar asociados a un pop inocuo y perecedero, como Tenroc (Jonas Brothers, The Kid LAROI), TBHits (BLACKPINK), Pete Nappi (5 Seconds of Summer, Anne Marie) o Mr. Franks (Justin Bieber), y ni siquiera créditos en la composición como Ali Tamposi o Ryan Tedder terminan de levantarlo. Otros más interesantes como Jon Bellion (detrás de ‘Midnight Sky’ de Miley) o Ayo The Producer (uno de los artífices de ‘WAP’) consiguen que por momentos se eleve la cosa, como ocurre en ‘Who’, single principal del disco, y el mejor tema con diferencia.
“If every day I think about her, then tell me why haven’t I found her?” se pregunta Jimin sobre ¿una chica o su musa? en una canción que suena a Timbaland y a la vez recuerda por momentos a ‘Who Owns My Heart’ de Miley y ‘Wild Thoughts‘ de Rihanna. ‘Who’ resulta su primer single enteramente en inglés, a la a vez que explora los sonidos latinos ya usados (con menos acierto y mezclado con afrobeat) en ‘Be Mine’. Como decimos, es de lo más potable del disco, y puede llegar a ser un poco Justin Timberlake… pero, por lo general, las canciones son más de aquella boyband que montan Bart, Nelson, Milhouse y Ralph.
Tampoco hay una dirección clara de sonido: de estos temas pasamos al r&b con Sofia Carson en ‘Slow Dance’ (bastante deudor de ‘Leave (Get Out)’), a la incorporación de rap con Loco en el supuestamente inspirado en The Beatles (?) ‘Smeraldo Garden Marching Band’ (aunque no funciona del todo mal), o el medio tiempo de autoayuda con el que abre el disco, ‘Rebirth’. Demasiadas cosas y demasiada falta de foco para ser un EP de solo siete cortes, de los que encima uno es un interludio. ‘Muse’ encantará a los fans de Jimin, está claramente diseñado para calmarles el hambre un tiempo… pero cuesta encontrar otras cualidades que lo conviertan en un trabajo interesante.