Si no supiéramos que Lana del Rey es la mejor en lo suyo, diría que llegaríamos agotados de moda country a la edición de ‘Lasso’, su esperada aproximación al género. Y es que este año, apenas Billie Eilish y el «Brat Summer» han salvado al pop internacional de una moda que parecía estar impregnándolo todo. Desde luego las listas estadounidenses de mano de personajes como Morgan Wallen o Zach Bryan. El nuevo disco-enciclopedia de Beyoncé. Incluso el underground con proyectos como Waxahatchee o Hurray for the Riff Raff. Hasta Vampire Weekend o girl in red han tenido su momento country este 2024.
En defensa de Post Malone hay que decir que lleva tramando esta entrega mucho tiempo. La primera vez que amenazó con hacer un álbum de música country fue en 2022 durante una entrevista con Howard Stern. Y previamente ya había versionado un tema de Brad Paisley y otro de Sturgill Simpson. En verdad, su deriva pop-rock le situaba cada vez más lejos del trap y más cerca del pop a secas, aunque fuera con irregulares resultados comerciales.
Para construir su gran disco country, ha hecho los deberes, se ha documentado y también ha pedido ayuda, rodeándose de invitados en 15 de las 18 canciones de este álbum. Horas después, como está mandado en la industria actual, ha añadido 9 bonus tracks completamente en solitario. Pero si hablamos de las 18 canciones que en principio conformaron ‘F-1 Trillion’, se caracterizaron por contar con clásicos del género como Dolly Parton y Hank Williams Jr; superventas de los 2000 como el mencionado Brad Paisley o Blake Shelton; y estrellas algo más recientes como Luke Combs o Morgan Wallen. Con este comparte el single principal de este álbum, el macrohit ‘I Had Some Help’. Y recordad que aunque fuera de Estados Unidos, y de los países anglosajones, casi nadie sepa quién es Morgan Wallen, sus números locales son tan sumamente mastodónticos, que merece la pena correr el riesgo de comerte los mocos en Francia, Italia o España.
Es evidente que ‘F-1 Trillion’ es un álbum ideado para el mercado estadounidense, pero también que a Post Malone le ha quedado lozano y entretenido, incluso en su hora de duración. Un álbum 100% desprovisto de la ambición de ‘Cowboy Carter’, en el que por cierto participó aunque nadie se acuerde, pero 100% entregado a la causa. Las canciones están decoradas con violines, «steel guitars» y los pedales clásicos del género, sin concesiones a absolutamente nada más.
‘Pour Me a Drink’, con Blake Shelton, es una de las grabaciones más clásicas que jamás haya entregado Post Malone. ‘Have the Heart’ con Dolly Parton es puro divertimento, comenzando por la toma vocal de ella, continuando con su brillante línea de piano, y terminando con ese anuncio «¿quieres oír algo sexy?». Entre composiciones más básicas como ‘Losers’, en la que con su título ya queda todo dicho, o ‘Yours’, sobre el día en que la hija de Post Malone se case (¡pero que tiene 2 años!), emergen baladas tan apañadas como ‘Missin You Like This’ con Luke Combs o ‘Never Love You Again’ con Sierra Ferrell, a la que solo se podría exigir un poco más de «yodelling».
En ocasiones, tan pop, tan pop es todo, que el resultado es demasiado Maroon 5 (‘I Had Some Help’) y sobre todo Bon Jovi (‘Wrong Ones’, ‘Finer Things’). Aunque si recordara a un disco de estos sería a ‘Cross Road’ y eso es muy bueno porque aquel álbum fue un recopilatorio. Así pues, ‘F-1 Trillion’ no es un disco que te vaya a descubrir el genio de la canción americana. Pero sí uno que redunda deliberadamente en sus clichés, como esas letras llena de ciudades, de carreteras, de botellas de alcohol, de títulos de canciones (de ‘Dust in the Wind’ a todas las que autorreferencia Tim McGraw nada más empezar el álbum). Por ahí, ‘Right About You’ se llevaría la palma, cuando Post Malone dice que «escribe sobre pecados, chicas malas, pastillas, coches y alcohol». Sin embargo, de nuevo, lo hace con una melodía lo suficientemente sólida como para arrancarnos una sonrisa.
En el peor de los casos, el disco es la prueba de lo poco que exigimos a los artistas masculinos y lo mucho que exigimos a las femeninas: musicalmente, Post Malone desde luego no se ha arriesgado a estrellarse como prometía en la portada del largo. En el mejor, la solidez: cuando creías que ya estabas agotado de todo esto, llega ‘M.E.X.I.C.O.’, una de las canciones más divertidas del conjunto, o como mínimo la más trepidante. Y cuando creías que la edición deluxe no te aportaría nada, ahí está el destartalado final de ‘Go to Hell’ o el aire swing de ‘Who Needs You’ revelándose como posibles nuevas favoritas.