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La inocencia perdida de Nathy Peluso y Blood Orange

Nathy Peluso ha publicado este año su segundo disco, ‘Grasa‘, que ha presentado primero con el single ‘Aprender a amar‘, de sonido 100% Kanye West, y después, con una película que reúne videoclips para todas y cada una de las pistas incluidas en el álbum. En la película de ‘Grasa’ vemos a Peluso interpretar los temas del disco sola (‘Legendario‘, ‘Envidia’) o junto a sus colaboradores (‘Manhattan’ con Duki, ‘Todo roto’ con CA7RIEL & Paco Amoroso).

Aunque en algunos videoclips de ‘Grasa’ no aparece Nathy Peluso por ningún lado. Es el caso de una de las joyas escondidas del disco, ‘El día que perdí mi juventud’, la Canción Del Día de hoy.

‘El día que perdí mi juventud’ une a Peluso con Blood Orange, uno de los artistas imprescindibles del pop alternativo de la última década. ‘Champagne Baby’, ‘You’re Not Good Enough‘ o ‘Charcoal Baby’ se encuentran entre sus mayores éxitos. Con su nombre de pila, Devonté Hynes, ha trabajado en producciones del calibre de ‘Losing You’ de Solange o ‘Everything is Embarassing’ de Sky Ferreira.

Sin embargo, ‘El día que perdí mi juventud’ no se parece a ninguna de esas canciones, pues presenta una forma acústica. Blood Orange toca la guitarra en ‘El día que perdí mi juventud’ y presumiblemente también el teclado/órgano que entra en torno al minuto 0.50. Nathy, por su lado, entrega una de sus composiciones más tiernas y nostálgicas, una canción abiertamente dedicada a este concepto -el de nostalgia- desde su mismo título, que es un poco engañoso. Nathy no está hablando de la «juventud» exactamente, sino de la inocencia. Echa de menos su ingenuidad, la sensación de creer que el mundo es maravilloso y no cruel.

En una entrevista con Los 40 Principales, Peluso ha contado el significado de ‘El día que perdí mi juventud’: «Va más allá de ser algo literal, es una canción que tuve que hacer porque uno se da cuenta de la pérdida de la inocencia, la ingenuidad y el impulso. Cuando vives determinadas experiencias repetidas veces, empiezas a ser más mental; situaciones que antes eran mágicas, ahora te queman. Ojalá poder recuperar esa inocencia de cuando uno todavía es muy virgen en la vida».

En la letra, Peluso recorre sus recuerdos de infancia, fantasea con una «máquina» que le devuelva esa inocencia perdida, incluso con una «inyección», e incluso visita su vieja escuela, pero se da cuenta de que no es como la recordaba. De alguna manera, cuando canta «soñé que era una niña y que volaba / y jugando me escondía entre la multitud», vuelve a conectar con esa Nathy Peluso del pasado. En el final de la canción, invoca el regreso de su inocencia con una «profecía».

Sobre unos acordes de guitarra acústica que suenan flotantes, Nathy Peluso construye en ‘El día que perdí mi juventud’ una melodía preciosa, cargada de esa inocencia que lamenta haber perdido, pero también de una nostalgia que desarma. ‘Solo se trata de vivir‘ (1982), el clásico de Litto Nebbia, parece una referencia obvia en melodía y acordes, y ‘El día que perdí mi juventud’ es una canción digna de tamaña inspiración.

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Publicado por
Jordi Bardají