Geordie Greep cuenta que la música de su banda anterior, black midi, suele provocar la misma reacción en el público: “La gente disfruta la música, pero dice que le gustaría que le gustase más”. Se aprecia la técnica, pero falta conexión. El disco en solitario de Greep lo pone un poco más fácil, pero solo un poco. La música sigue siendo sesuda, aunque menos. Las letras giran en torno a un personaje y su vida, pero no es un personaje diseñado para generar empatía en el oyente, sino todo lo contrario.
‘The New Sound’ es un álbum grabado a caballo entre Londres y San Paulo que agrega a las psicosis rockeras de Greep una capa festiva de música latina. Él, más que nunca, se entrega en las canciones a su papel de vocalista desquiciado, cantando con un dramatismo exacerbado. En casi una hora de duración termina resultando cansino, pero nunca deja indiferente.
‘Holy, Holy’ ha sido un single de presentación realmente exuberante que combina math rock y prog rock con percusiones de salsa. ‘Holy, Holy’ ha introducido el insufrible personaje del disco, un hombre que va de fucker pero que es un inseguro de la vida. En el transcurso de ‘The New Sound’, este hombre que «solo puede correrse» si paga por sexo, se enamora de una trabajadora sexual pero termina casado con otra mujer a la que nunca desea y que “abandona” emocionalmente.
El personaje de ‘The New Sound’ es repugnante en muchos sentidos -Greep no escatima en detalles- y lo es de manera deliberada. Greep ha querido investigar la masculinidad tóxica no criticándola, sino exponiéndola. Y lo hace de manera muy creativa en un disco lleno de canciones que cuentan una historia.
‘Blues’, la nerviosa pista inicial, presenta ya a un personaje con delirios de grandeza que se cree un semental y un intelectual pero que en realidad está completamente carcomido por sus inseguridades. Las trompetas, en este tema, suenan pletóricas. En ‘Holy, Holy’ se las da de famoso, a pesar ser un mindundi. En ‘Wake Up’ cuenta que la trabajadora sexual de la que se ha enamorado posiblemente le ha transmitido una enfermedad de transmisión sexual que después descubrimos es «incurable». Pero él está contento porque, como canta en ‘Through the War’, significa que esta mujer será “parte de él para siempre”.
En ‘The New Sound’ Greep sabe narrar con gran habilidad el paso de la locura a la decadencia de su estrafalario personaje. Su gran hallazgo en ‘The New Sound’ es una paciente composición de 12 minutos llamada ‘The Magician’ en la que revela que su protagonista lleva años casado con otra mujer a la que nunca ha amado: la trabajadora sexual a la que conoció años atrás ha seguido ocupando sus pensamientos. En esta “banda sonora de una mujer abandonada”, el hombre acaba sus días “podrido” de vergüenza.
‘The New Sound’ acaba con una versión de la canción tradicional de 1942 ‘If You Were But a Dream’. Una balada ensimismada, en su momento popularizada por Frank Sinatra, que muestra al personaje de ‘The New Sound’ absorto en su imaginación. Es lo único que le queda. Greep la aborda como si fuera Tom Waits.
‘The New Sound’ hace un buen trabajo acercando la propuesta de black midi a un sonido más accesible que el de los discos de esta banda nominada al Mercury. En su ambiciosa aproximación al sonido de big band latina, unas composiciones convencen más (‘Through the War’) y otras menos (‘Motorbike’). ‘Terra’ es una de las piezas del largo que mejor se entregan a la salsa, y los acordes jazz de ‘Wake Up’ aportan un respiro a un disco que no da tregua.
Porque ‘The New Sound’ también es un trabajo extremadamente excesivo en muchos sentidos. Te agarra el cuello y no te deja respirar. En el aspecto instrumental, en ‘The New Sound’ ocurren muchísimas cosas todo el rato y su nivel de nervio es muy elevado en todo momento. No es un disco creado para ser digerido en una o dos o tres escuchas. Tampoco lo pone fácil Geordie Greep al escoger interpretar las melodías de una manera tremendamente dramática y afectada. En algunos casos ni siquiera se puede decir que sea un goce escucharle. Y eso también dice algo bueno de su propuesta.
Y es que toda decisión tomada en ‘The New Sound’ es deliberada. Green dice abiertamente que «cuantos más elementos puedas meter en una canción, mejor”. Y Greep se adelanta a las posibles críticas negativas que reciba el álbum porque ya las ha visto con black midi: “Si un disco consigue que te encojas de vergüenza ajena, es que algo está haciendo bien” ha sido otra de sus declaraciones. Que su personaje dé asco es una decisión arriesgada, pero no tantos se habrían atrevido a tomarla.
Pero Geordie Greep tiene razón: si un disco deja indiferente, mala señal. Y ‘The New Sound’ es un trabajo que, como mínimo, presenta una propuesta interesante, al contrario que muchos. Te guste o no, te lo vayas a seguir poniendo durante los años venideros o termine olvidado en un cajón, siempre valdrá la pena escucharlo, aunque incomode.