Ricardo Vicente despliega todo su talento como letrista sin desatender unos arreglos preciosistas que ayudan a envolver las patadas en el estómago de sus letras.
El fichaje de Robyn para su sello no es el mayor ejemplo de originalidad, pero sí un trabajo muy disfrutable para los seguidores del synth pop más puntero.
Si no fuera porque es incapaz de mantener el tipo a lo largo de los 16 temas (!) en su edición normal y 22 (!!) en la deluxe, 'Delirium' podría haber sido algo muy grande.