Las cuatro nuevas canciones del ya inesperado retorno discográfico del mítico cuarteto de Boston mantienen un buen tono, aunque todavía lejos de su leyenda.
Un par de melómanos aficionados al folk-pop psicodélico -uno de ellos satanista- publicó en 1993 en Mute este imprescindible disco de versiones de temática mortuoria.