Pues primera jornada superada.
Para ir entrando en materia, hemos visto a Natalia Lacunza. Es una cantante solvente y con capacidad escénica de sobra, tal y como bien demostró en OT, pero este tipo de show con un pc con las bases y coros grabados, una guitarra para complementar y la voz de Natalia, no bastan para llenar el escenario principal de un festival. Además, este formato de concierto potencia que todo acabe sonando demasiado parecido y desconectes a ratos por efecto de la monotonía.
Después ha llegado el turno de Sidonie, demostrando por qué son ya leyendas de la música de este país. Solvencia y carisma a partes iguales y un buen repertorio.
La que se ha metido a todo el festival en el bolsillo ha sido Nathy Peluso. Si bien, me atrevería a decir que una gran parte del público no consume su música a menudo, ha conseguido hipnotizar y mantener la atención de miles de personas. Su presencia y su fuerza escénica son de otro planeta.
Lo de María Escarmiento ha sido un poco raro. El abuso de autotune y las voces pregrabadas de las bases incluso hacía dudar de si realmente estaba cantando o no. Parecía casi algo improvisado, como la amiga que se ha comprado un karaoke y se pone a cantar en el garaje de su casa, más que un concierto con una propuesta artística.
Con Dorian hemos desconectado un poco y ad se han alineado los astros para que llegásemos a coincidir @Jordi y un servidor 🤗
Antonia Font han sido el otro plato fuerte de la noche. Jugaban en casa y han anunciado que era el fin de gira y el fin de esta especie de comeback de los últimos tres años. Tras esto, parón indefinido... Sea como sea, el público ha estado entregado a la causa y ha coreado todos los éxitos del grupo.
Para terminar, un ratito de Varry Brava, divertidos y buenrolleros.