¿Qué pasaría si un chico de los suburbios de South London creciera escuchando a Michael Jackson, tuviera un gusto por los arreglos de cuerda como Patrick Wolf, la garganta de Justin Timberlake y Thom Yorke, la obsesión por hyper ballads à la Björk y el elegante y melancólico sentido de la electrónica de Junior Boys?
¿Son los poseídos de las películas en realidad una metáfora de las travestis? Diez razones que lo confirman.
1. Los poseídos suelen ser personas religiosas...