Llegó la primavera, y con ella, las depresiones causadas por la astenia. Si a vosotros también os afecta y como yo no tenéis dinero suficiente para pagar un psicólogo que lo solucione, os recomiendo invocar a este personaje.
¿Quién podría decir que Carmina Ordoñez podría levantar el ánimo de esa manera? Lo sé, no es precisamente un modelo a seguir, pero La Divina es todo un referente en lo que alegría de vivir se refiere. Ella no se preocupaba por nadie, hacía lo que quería y a fiestera no le ganaban ni los Marismeños. ¡Qué grande eras, Carmina! Su triste final no hizo más que aumentar su leyenda de grande de España, y aunque hoy en día pocos se acuerdan de su legado, yo todavía me olvido de las penas de la vida arreglándome una imaginaria melena y gritando como sólo ella sabía hacer. Divinamente.
Claro, que mucho tiene que ver en su canonización mediática las imitaciones que de ella se hacían en ‘El Informal’, donde una voz anónima doblaba a la Ordoñez Dominguín con tal veracidad que no sabías quién de las dos hablaba. ‘El Informal’ se suspendió, y con ellos se llevaron para siempre al personaje humorístico más grande que ha dado la televisión reciente. Menos mal que Antena 3 intentó copiar el formato con un engendro llamado ‘UHF’ que recuperó los sketchs sobre Carmina. El programa murió joven, como ella, pero no sin antes dejar en nuestras retinas esta maravilla de vídeo. Nunca podré ir al Rocío en su compañía, pero por lo menos me puedo hacer una idea de lo que tuvo que ser visitar Marruecos en su compañía. Viva la vida desahogá.