Suecia es conocido por ser uno de los países más progresistas de mundo, y por supuesto, uno de los mayores exportadores de pop. Tranquila, limpia y civilizada, la capital Estocolmo cuenta con vistas espectaculares y una oferta cultural y nocturna interesante, sin ser tan prohibitiva como podíamos esperar (a menos que te descontroles porque hasta las copas se pagan con tarjeta). El momento ideal para visitarla, claro está, es en verano, cuando los suecos deciden sacar a la calle sus shorts y disfrutar de las largas horas de sol, eso sí, salpicadas de lluvia, en terrazas. Nunca salgas sin una chaqueta, por lo que pueda pasar.
Bares y clubs:
El gran chasco de Estocolmo es que los clubs cierran a las 3, así que el momento de mayor afluencia en discotecas ronda la 1 de la madrugada. La bebida no es tan cara como en otras ciudades: unas 45 coronas (5 euros) un vaso gigante de cerveza, unas 80 coronas (9 euros) una copa. La clavada real es la entrada: entre 10 y 15 euros sin consumición. Los bares, a partir de cierta hora los fines de semana, también suelen cobrar por entrar.
–Södra: Teatro reconvertido en bar con buena música y dos atractivos añadidos: una sala con bancos y sofás a unas vistas de Estocolmo espectaculares y terraza con un columpio incorporado (yo pondría un columpio en todos los bares). El público es de lo más variadito, desde pijos heteros hasta indies gays, por lo que conviene echarle un ojo a la programación antes de ir: pueden pinchar desde chill-out hasta a los Magnetic Fields. Hay “noches gays” e incluso “semanas gays” de vez en cuando, también conciertos, pero el ambiente normal es bastante hetero. Visita su web.
–Debaser: Club indie por excelencia, como su propio nombre indica. Está mejor situado que Trädgården y acoge multitud de conciertos. Si no te apetece ver a los grupos, que a veces son demasiado rock para mi gusto, hay una sala pequeña en la que puedes refugiarte escuchando a Lily Allen o Stereo Total mientras, a través de unos ventanales, miras el puerto y a la gente intentando buscar un sitio para hacer pis. Visita su web.
–Trädgården: podría ser lo más parecido al Low o al Razz de Estocolmo. Hay una terraza en la que suena pop (Le Sport, Ladytron, Kraftwerk, etc) con la que no tenemos ni idea de qué ocurrirá en invierno y dentro hay dos salas: una pequeña hip-hop y una ligeramente más grande de electrónica. El sitio está muy cuidado aunque la gente suele ir bastante desmadrada. Mola también porque venden bocatas (¿a que nunca te has comido un bocata de chorizo dentro de un club a las 2 de la mañana?). Todos los dj’s que te estás imaginando suelen venir a pinchar aquí. Visita su web.
–Spy Bar: Un bar al que va la gente moderna que simplemente no puede irse a casa a las 3 de la mañana. Se comenta que no es tan fácil que te dejen entrar, aunque también hay quien dice que ahora sólo van aquellos a los que no dejaban entrar cuando era «trendy». Entre las normas citadas está acoplarte a algún habitual o vestir moderno. Visita su web.
–Klubb Ace: Cierra en verano así que otra vez será. No dejéis de consultar la programación. Visita su web.
–Connection: Estocolmo no es una ciudad grande y lo notarás en los clubs gays, que parecen acoger, como antes, a todos los gays de todas las edades. ¿O es que en España nos estamos haciendo más cerrados con tanta clasificación de osos, musculocas, etc? Este sitio en concreto es un poco sórdido y lo peor es que no se liga especialmente (a menos que te quedes solo un momento o directamente vayas solo). Visita su web.
–Neos: Los jueves en la discoteca Lino, a la que podéis ir el resto de la semana si sois gays y no muy indies, Neos Lounge cuenta con una terraza bastante agradable. Tiene mucho arte que en una misma noche te pinchen ‘Relax’ cuatro veces o ‘Girls just wanna have fun’ tres veces. El sitio parece difícil de encontrar porque está casi debajo de un puente pero lo reconoceréis porque a lo lejos oiréis algún éxito del tipo ‘Go West’ a todo trapo. Visita su web.
–Patricia: el único club gay realmente recomendable es este barco, hetero todos los días de la semana, que los domingos se convierte en un tea-dance marica. Es lo máximo: abre a las 18 y cierra a las 3. Al principio todo el mundo está en la parte de arriba y si tienes suerte igual ves alguna muestra de fuegos artificiales. Dentro hay dos sótanos en los que ponen un house nada molesto, y también una pequeña sala en la que suena en bucle Justin Timberlake o lo que quiera el camarero, que también pincha. Hay un restaurante para cenar, pequeñas mesas de casino para jugar… Es bastante completito, aunque bastante caro entrar (16 euros sin consumición). Visita la web.
Tiendas: No es cierto que encuentres un H&M y un Ikea en cada esquina, pero estarás bien surtido de tiendas de ropa en lo que se conoce como «la ciudad». Además, ¡hay Top Shop y Top Man! Alrededor de este centro neurálgico, encontrarás otras tiendas, en torno a Hamngatan. Tropezarás con tiendas interesantes, como Weekday o Design Torget, por aquí y por allá.
En cuanto a discos, no es muy recomendable perder la cabeza ya que, incluso de oferta, son carísimos. Si buscáis discos de Suecia no editados en España, no tendréis ningún problema en encontrarlos en Bengans. Una tienda de segunda mano con millones y millones de vinilos y miles de cd’s es Record Mania (Östgötagatan, 2), aunque a mí, el dependiente, frente a una oferta del 50% anunciada por toda la ciudad, me cobró lo que le dio la puta gana, quiero pensar que por despiste o por el cuelgue que tenía encima.
Mención aparte merece la tienda indie Pet Sounds, que también es un bar en el que puedes tomarte un refrigerio (en Estocolmo pocas tiendas tienen licencia para vender alcohol). Visita su web.
Comida: Si has estado en Londres, París o Berlín, el sistema de comidas en Estocolmo te resultará familiar. Se suele comer en bares en los que hay una pequeña carta básicamente con alguna ensalada, algo de pasta y algún filete. Si lo acompañas de una botella de vino pagarás unos 20 euros por comida. La buena noticia es que te ponen agua gratis en todos lados, y en muchos, mientras te sirves, puedes echarte toda la ensalada que te quepa en un pequeño platito de un bufé que hay en la entrada de los restaurantes. Algunos tienen una terraza de lo más agradable. Ojo con el horario de las cenas, a las 22 dejan de atender en muchos restaurantes.
Museos, visitas, etc: El centro es Gamla Stan (Old Town), con calles de estética medieval. Este es el lugar para pasear o perderte y visitar el Palacio Real. Sobre museos, hay un Museo Nacional y un Museo de Arte Contempopráneo con una reconocida fachada, aunque el más popular es el Museo Vasa, en el que podrás visitar el enorme barco que se hundió muy cerca de Estocolmo en el siglo XVII y que se rescató en los años 50. El cementerio es patrimonio de la UNESCO. Es bonito pero sólo se recomienda visitarlo a góticos. Muchas excursiones consisten en visitar islas en barco. Es muy recomendable visitar alguna. Además en las guías-casco les puede dar por ponerte música de los grupos suecos más famosos, contarte anécdotas interesantes de la ciudad o hablarte del Protocolo de Kyoto sin venir nada a cuento.
Hoteles: Más importante que cuál es importante el cómo. Si reservas tu plaza de hotel en Estocolmo.com te regalan una “tarjeta de Estocolmo” que incluye entrada a decenas y decenas de museos, viajes en metro, autobús y tranvía gratis ilimitados durante tu estancia en el hotel y otros beneficios atractivos como paseos en barco o entrada gratis en el parque de atracciones (aunque para subirse en las atracciones hay que comprarse un bono aparte). Es recomendable alojarse en el centro: es caro pero con esta tarjeta lo amortizas todo.
Aeropuertos y transportes: El aeropuerto principal, el de Arlanda, está lejísimos. Se tarda 40 minutos en llegar. El billete de tren para ir cuesta 20 euros y tarda 30 minutos, por lo que lo verdaderamente recomendable, si no vas solo, es coger un taxi. Como lo oyes. Hay un precio estándar establecido, que son 350 coronas (37 euros), independientemente de que seáis 2 ó 3, por lo que te sale más barato que el tren.