Se veía venir. Los de La Sexta, que dentro de poco van a perder toda su credibilidad (y por el camino, se la harán perder a todos los periodistas de este país) han vuelto a colársela a una cadena de televisión (y van…) ‘El Intermedio’, ese programa de El Gran Wyoming que compite con ‘El Hormiguero’ en las nominaciones a programa más anodino del día (reconozcámoslo, ‘El Intermedio’ tiene sus momentos gloriosos, pero no está a la altura de los mejores momentos de CQC), ha conseguido que los de Intereconomía (esa cadena que ni siquiera vamos a comentar porque en nuestros receptores TDT está como en el número 63) se traguen que vejó a una becaria en uno de los ensayos del programa.
El vídeo, que ha recorrido Internet de arriba a abajo por motivos obvios, se grabó expresamente para este fin, aunque nunca se pretendió que se filtrase a Youtube, sólo que se lo tragaran los de Intereconomía, que no paran de meterse con el Wyoming (y con la enorme Beatriz Montañez) día sí día también.
Los susodichos, se lo tragaron de lo lindo, y dedicaron varios improperios a los conductores del programa. En el vídeo, el Wyoming decía que le daba igual que la becaria cobrase 300€, que estaba hasta los coj*nes de que la gente hiciese lo que le diese la gana y que siempre eran las mismas las que no respetaban el trabajo de los demás. En el improbable caso de que no lo hayáis visto, está aquí:
En el programa de ‘El Intermedio’ de esta noche, Wyoming lo ha desmentido, aunque claro, como el vídeo era suficientemente realista como para creérselo de cabo a rabo, han enseñado todo el metraje original, que incluía un cartel gigante que sacaba la becaria en el que ponía «Os la hemos colado» y otro que sacaba Wyoming en el que se podía leer «Soy cabrón, pero no tanto». Este es el vídeo de Youtube, que con todo lo modernos que son en la cadena, no dejan incrustar sus vídeos.
Aunque está bien que se ponga en entredicho la profesionalidad de los periodistas, y se certifique que desde Intereconomía ni siquiera se han puesto en contacto con la dirección del programa para confirmar si esto sucedió así, La Sexta empieza a poner en peligro los hechos noticiosos en general. Cualquiera que haya estudiado periodismo sabe, por ejemplo, que es imposible contrastar un testimonio personal como el de aquella mujer que decía que había metido un décimo de lotería en la lavadora y lo había destrozado. Dentro de poco, los periodistas empezarán a mirarse con recelo los unos a los otros, y no se descarta que algunos de los profesionales de La Sexta se ganen el odio de algunos de sus compañeros de profesión. Injustamente sí, pero no sería la primera vez.