Lagartija Nick, después del discazo que acaban de marcarse tras 18 años de carrera, merecían llenar hasta los topes la sala Heineken de Madrid. Ayer presentaron ‘Larga Duración’ allí y apenas había unos tres cuartos de entrada. Podría ser peor, sí, pero al menos la gente estaba lo suficientemente por la labor para que la banda afincada en Granada triunfara.
Su set arrancó como un tiro tocando del tirón diez de las once imponentes canciones de su último disco (dejaron fuera el medio tiempo ‘En mi nombre’), dejando un tanto frío a gran parte del público, que quizá no ha tenido tiempo de escucharlo lo suficiente (o quizá a los viejos fans no les guste, vaya usted a saber). En formato de cuarteto con Lorena, contundente al bajo; Víctor Lapido, estupendo a la guitarra; Erik Jiménez, sobrenatural a la batería como siempre, y Antonio Arias siendo el de siempre, esta vez con sombrero y gafas de sol, son una sencilla máquina de rock (y pop) poderoso que transmite una energía arrolladora, en ocasiones un tanto descontrolada incluso. En la segunda parte del set se limitaron a bordar versiones de sus propios éxitos consiguiendo, ahí sí, enardecer a la audiencia con ’20 versiones’, ‘El signo de los tiempos’, ‘Nuevo Harlem’, ‘No lo puedes ver’, ‘Esa extraña inercia (anfetamina)’, ‘Pasajeros en tránsito’… Terminaron con una impresionante ‘Lo imprevisto’, en la que solo un milagro salvó los parches de la caja de la batería de Erik de no acabar destrozados. En el bis, sorprendieron con un ‘Omega’ sin Morente y con una genial y emocionante ‘Hipnosis’. Lagartija se han puesto otra vez en la palestra y merecen ser reivindicados sin descanso. 8,5
Empieza a circular una leyenda urbana, como la del don de la ubicuidad de Johann Wald, que dice que puedes ver tocar a Nudozurdo cada fin de semana en alguna sala de la capital. Si fuera cierto ¿qué habría de malo? Porque los madrileños satisfacen siempre. Ayer, quién sabe si plantando cara a ese runrun contra su estilo al micro que se generó tras su concierto en Caracol, Leo se esforzó por cantar tan bien como él sabe, dando una faz más controlada de su sonido, desbocando la energía de las guitarras solo en momentos puntuales. No lograron momentos tan emocionantes como otros días pero creo que no fue un concierto flojo ni desganado, sino una maniobra estratégica inteligente: mostrando su faceta más pop posiblemente engancharon a una parte de la audiencia que aún no les conocía. Recurrieron al repertorio más efectivo de sus dos álbumes (recomiendo hacerse con su primer disco que contiene temas tan buenos como ‘Viaja hacia mi’, ‘Dentro de él’ o ‘Utilízame’) y, si no me equivoco, arrancaron con una nueva y bonita canción posiblemente titulada ‘Contigo o sin ti’, más relajada de lo que acostumbran. 7,5
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Entrevista con Nudozurdo
Foto: Flickr de Ferrán Mendizábal Vilarrubí. Aunque sea de diciembre de 2007 y de otro show, ¡merci!