Uno tiene que ver un concierto como el que ofreció Patti Smith en Los Veranos de la Villa al menos una vez en la vida. La cantante bordó su show ante un público que de nuevo no agotó todas las localidades pero sí se mostró entregadísimo en todo momento. Patti no decepcionó y llamó a las masas a la rebelión entre clásico y clásico, improvisando algún que otro «speech» mientras le seguía pegando a su guitarra. De entrada la vimos portando una camiseta de la Selección, pero no era sino un truco más para llevarnos a las barricadas.
Smith se mostró encantada de que un millón de personas se lanzara a las calles para celebrar la victoria de España en el Mundial, pero antes de ‘People Have The Power’ nos recordó que también hay que utilizar esa energía para salir a protestar contra el sistema. En la misma línea contó al público de Madrid que durante ese día se había acercado a visitar el Guernica, cuadro que solía ir a ver cuando era pequeña en Nueva York. La cantante lo calificó como una de las mejores obras contra la guerra y celebró su traslado a España porque era «el lugar donde tenía que estar».
Curiosamente, 1975 fue el año en que salió su primer disco, ‘Horses’, pero como si no hubieran pasado los 35 años que han pasado desde entonces, ‘Gloria’ volvió a arrasar inmeditamente antes del bis. No faltaron tampoco ‘Because The Night’ (no en la mejor interpretación que hemos visto, todo hay que decirlo), ‘Rock ‘N’ Roll Nigger’, ‘Dancing Barefoot’ o una versión de los Rolling Stones, ‘Play With Fire’. La banda de acompañamiento, formada por el guitarrista Lenny Kaye y el batería Jay Dee Daugherty, los dos únicos miembros de la original «Patti Smith Band», y por el bajista y teclista Tony Shanahan y el guitarrista Jack Petruzelli, la arropó a la perfección con un excelente sonido, aunque ella volvió a quitarles el protagonismo cuando se dedicó a arrancar las cuerdas de su guitarra sin piedad, una detrás de otra.
También hubo un recuerdo para la gente que ya no está en ‘People Who Died’. Salieron mencionados su familia, Kurt Cobain o Alexander McQueen, dejando claro que el mundo «arty» no tiene por qué estar reñido con su filosofía reivindicativa. Fue un concierto de grandes emociones, canciones más enormes todavía y pequeñas contradicciones con las que todos nos sentimos identificados.