‘All Alone in an Empty House’ ya fue para algunos uno de los mejores discos de 2008. El segundo disco del grupo de Ari Picker tras el también fantástico ‘Time Taunts Me‘ se distanciaba ligeramente de los detalles electroacústicos que los emparentaban con Radiohead para centrarse en unas apabullantes canciones de folk orquestal que podrían recordar tanto a la sensibilidad de un Damien Rice como a la épica sinfónica de unos Arcade Fire.
Estas canciones, grabadas por el propio grupo, llamaron la atención del sello Anti (casa de Tom Waits o Joe Henry), que decidió editarlo de nuevo. Lo curioso es que que no se trata de una reedición al uso, sino de una regrabación a cargo de Scott Solter, productor de -entre otros- Okkervil River. El resultado es un disco muy parecido -casi igual-, pero mimado con más instrumentos, arreglos y calidad de sonido, especialmente en percusiones y bajos. Más contundente, más decidido, todavía más rotundo. Eso y, dos excelentes canciones nuevas, ya casi por el final, que dejan al número temas de esta versión 2010 en un total de 11 (a diferencia de los 9 de la edición de 2008).
Definitivamente, este favorecedor lavado de cara lo convierte en un disco, si cabe, todavía más imprescindible. La combinación de canciones de música clásica (los dos ‘Sketches’), preciosidades de folk melancólico y arrabalero (como ‘Love on my Side’, ‘We Burn the Leaves’ o ‘Song for the Painter’), orquestaciones dignas de Scott Walker (‘Walk Around the Lake’, ‘All Alone in an Empty House’) y detalles un poco más rock (‘Fireplace’) lo hacen algo realmente único. Para todos los que se nos escapó hace dos años, ya no hay excusa.
Calificación: 8,5/10
Lo mejor: ‘Song for the Painter’, ‘Walk Around the Lake’, ‘All Alone in an Empty House’
Te gustará si te gustan: Andrew Bird, Micah P. Hinson, Matt Elliott, Antonio Vivaldi
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