The Joy Formidable es un trío formado en Mont, Gales, en 2007. En su breve existencia les ha dado tiempo a girar con Editors y Passion Pit, uno de cuyos miembros, Ayad Al Adhamy, les publicó el EP ‘A Balloon Called Moaning’, con su sello Black Bell Records, el pasado año. Su debut internacional ha llegado este 2011 con el lanzamiento de ‘The Big Roar’ (Atlantic Records), que está siendo acompañado por una extensa gira internacional que les trajo a nuestro país en fechas recientes.
Viendo los grupos con los que han compartido escenario uno ya puede hacerse una idea de lo que se va a encontrar en ‘The Big Roar’, indie rock de tintes épicos. No en vano, fue en Arcade Fire en quienes pensé nada más sonar el primer tema, sobre todo por la similitud de las voces de Ritzy Bryan, vocalista de los galeses, y Régine Chassagne, solista de los canadienses al alimón con Win Butler. El éxito de esta última banda, que ha traspasado las fronteras del indie para alzarse con un premio Grammy al mejor álbum de 2010 por ‘The Suburbs‘, puede servir para que grupos como The Joy Formidable se abran camino por la senda de la música de masas. Y es que escuchando su primer LP uno adivina cierta vocación comercial en su sonido, muy semejante al de Arcade Fire pero más compacto, sin aristas, sin su riqueza instrumental -también debido a que los de Montreal son ciento y la madre-, épico pero comedido, hecho para gustar.
Esto no quiere decir que el disco no merezca la pena: se escucha con facilidad y canciones como ‘I Don’t Want To See You Like This’, ‘Austere’ o ‘Cradle’ pueden convertirse en tus favoritas de la semana. Pero me temo que dejará poca huella a largo plazo debido en buena parte a una producción poco original, que calca punto por punto los clichés del indie rock de moda con total limpieza. Puede que el corazón empiece a latir con fuerza nada más comenzar los guitarrazos del segundo tema del álbum, ‘The Magnifying Glass’, pero al traspasar el ecuador uno ya acaba algo cansado de subidones sin más historia y canciones como ‘Llaw = Wall’ pasen por nuestros oídos sin pena ni gloria. Tampoco ayudan ciertas ambientaciones sonoras entre canción y canción, como unas risas o las teclas de una máquina de escribir, que parecen metidas con calzador.
Los mimbres no son malos, pero ‘The Big Roar’ adolece de cierta falta de originalidad y riesgo que hacen pensar que este disco no será más que el producto de una moda pasajera.
Calificación: 5/10
Lo mejor: ‘I don’t want to see you like this’, ‘Austere’
Te gustará si te gustan: Editors, Arcade Fire, el indie rock épico en general
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