«Cuando todo se acabe, y nadie nos recuerde, seguro que nos vemos en cualquier fiesta (…) yo me acercaré a tu mesa, te preguntaré si bailas, y daremos vueltas por la pista vacía (…) Tú me mirarás sonriendo, con una expresión cansada. Será en cualquier fiesta una noche cualquiera. En cualquier fiesta». Esta preciosa canción de La Mode de 1984 fue la última en sonar en el Ocho y Medio en su despedida de la Sala Flamingo en la noche del pasado sábado (a partir de ahora será un almacén de Inditex). Una noche llena de emociones que alcanzó la categoría de histórica, como prometían las escasas horas que duraron a la venta sus entradas y su cartel, por el que pasaron bastantes bandas de las que más han sonado a lo largo de estos once años.
Cola Jet Set fueron los primeros en actuar, por aquello de que tenían que tocar después en la Fiesta Flor de Pasión en el Siroco. Interpretaron en primer lugar ‘Medio drogados’ y siguieron con ‘Quiéreme’. Su pop de corte optimista está hecho para sonar en el Ocho y cualquiera de sus composiciones, como ‘En esta pista no se puede bailar’ habría servido para cerrar su set, pero el grupo se estiró y terminó con una versión de Fresones, ya que Fresones no existen. ‘Al amanecer’, quizá la canción que más sesiones ha cerrado en el club, fue el primero de los momentos cumbre.
Klaus & Kinski, que viajaban desde Murcia solamente para realizar esta actuación, optaron por un set acústico simplemente con Marina y Alejandro a la guitarra y armónica. Los temas elegidos fueron los primeros hermanos ‘Mamá, no quiero ir al colegio’, a la postre el más escuchado en Last.fm y Spotify (y sin haber sido single), y ‘Flashback al revés’.
Aviador Dro, siempre concienciados y prestos a cuestionar el sistema, consiguieron uno de los sonidos más sólidos, interpretando temas como ‘Yo, cyborg’ o una nueva versión de ‘Nuclear sí, por supuesto’, que ha sobrevivido el paso del tiempo, el cierre de salas y las modas, a pesar de que el grupo nunca ha sido el más popular.
L kan, la banda de Belén y Luis, dos de los promotores del Ocho y Medio, actuaba por derecho propio después de haber construido himnos de electropop como ‘Aburrida estar tan salida’, que fue la segunda de su set. La primera fue la emocionante ‘Todo lo que no’, su mejor canción; y en la última merece la pena que nos detengamos: una adaptación 2011 de ‘Yo ya no’. Una versión con nueva letra que comenzaba diciendo «Yo ya no compro en Zara, yo ya no compro en Pull & Bear, yo ya no compro en Zara Homme»… y así con todas las tiendas de Inditex, amén de otras adaptaciones como «Yo ya no me zarandeo, yo ya no leo a Zaramago» y otras más amargas como «yo ya no bailaré sobre esta tarima», «yo ya no chincharé a DJ Smart pidiéndole Lady Gaga» o «yo ya no haré cruising en la columna de la derecha» (en respuesta a un grupo de Facebook). Grabación de la pista en estudio ya.
Los Punsetes interpretaron ‘Fondo de armario’, la muy bien traída ‘Maricas’, si bien el Ocho se ha caracterizado por ser simplemente una discoteca muy siglo XXI, tan llena de maricas como de otras cosas (que se lo pregunten a alguna que yo me sé), y ‘Tus amigos’ (‘Dos policías’ suponemos que pertenece al Nasti).
Cycle pusieron el punto macarra al realizar David Khano esta pintada que veis aquí nada más salir. Aunque el nuevo cantante y La China no parecen tener una química especial, temas como ‘Apple Tree’ y ‘Confusion!’ están entre los que mejor representan en nuestro país el sonido electro-rockero de bandas que han sonado de manera insistente en la sala, como Chicks On Speed.
Hidrogenesse dieron el mejor concierto de la noche. ‘Estafa’ y su «Madrid está fatal» no podía ser más adecuado para lo que todos pensamos de la dejadez de las instituciones para proteger la noche en la capital. ‘Disfraz de tigre’, que fue estrenada precisamente en la sala, arrasó, con decenas de brazos flotando en el aire y todo el mundo cantando la letra («no estamos acostumbrados a esta respuesta», dijo Carlos) y cerró una versión nueva de ‘No hay nada más triste que lo tuyo’. Con Hidrogenesse y la evolución de lo que se han convertido en directo, da gusto hacerse mayor.
Guille Milkyway, que venía de la fiesta Flor de Pasión, estrenó un tema nuevo que consideraba adecuado para esta despedida (ya está en Youtube) y después optó por dos de sus hits: ‘Esta noche sólo cantan para mí’ y ‘La revolución sexual’. Se tiró al público y la imagen que dejó llegando a la otra tarima en brazos de la gente, después de todas las veces que ha pinchado en la sala o han sonado sus canciones, puede reflejar todas las alegrías que nos ha dejado el Ocho y Medio (si os fijáis en esta instantánea aparecen Smart y Belén). Será difícil de olvidar.
En algún momento en medio de todo esto, Belén y Smart se subieron para decir unas palabras de agradecimiento; Julio Ruiz comparó el valor del Ocho en los 00 al de Rock-Ola en los 80 y la Maravillas en los 90 y un vídeo enviado por Chico y Chica nos sugería «no caer en el bucle de la nostalgia».
Es la única buena noticia de todo esto. Mientras Julio Ruiz pinchaba ‘Qué nos va a pasar’ y todos la coreábamos, reconfortaba pensar que todo esto no era sino un «hasta luego». Cuando cerraban después de varias intentonas sin que la gente se fuera, con ‘Acordarnos’ y ‘No tengo miedo al futuro’ de Astrud (ahí es donde hay que mirar) o ‘El bello verano’ de Family, eran muchos los que necesitaban llevarse un trozo de Ocho a casa. Volaron carteles de «se prohíbe fumar», la gente arrancó de cuajo rejas enteras y hasta alguno ha posado con lámparas en Facebook. Nosotros también estábamos desvalijados. Aunque consuela que los miles de trozos de Ocho y Medio en Flamingo que nos llevamos para siempre, esos no nos los podrá quitar Inditex.
Fotos: Diariopop, galería en Flickr.