Cada vez que se habla del chillwave uno se pregunta si es esa la última vez que se habla del chillwave, por lo menos en el sentido de justificar un disco al hilo de un género que nace de la ocurrencia del autor de un blog de tendencias musicales y que ni siquiera las propias bandas que se incluyen en él se toman demasiado en serio (“Muchos tienen esa imagen de todos nosotros sentados viendo ‘Regreso al Futuro II’, y no es así”, bromea Alan Palomo, el hombre detrás de Neon Indian). El caso es que, demostrando su inutilidad, la etiqueta se pasa de moda en el momento en que más fortaleza demuestra con la salida de trabajos (el ‘Underneath The Pine’ de Toro y Moi o el ‘Within And Without’ de Washed Out) que casi con total seguridad perdurarán en el recuerdo más allá que el propio género.
También trascenderá ‘Era Extraña’, que juega en su polisémico título con estas irónicas circunstancias que provoca nuestro acelerado ritmo de vida, al tiempo que describe a la perfección el choque entre la nostalgia del pasado y la adaptación a un presente que es, en realidad, un constante y decepcionante mañana. Y, claro, cuando en un futuro lejano (la semana que viene) nos pregunten cómo definiríamos la música de Neon Indian, no habrá manera más exacta de decirlo que la de recurrir a este título: “Era extraña”.
‘Era Extraña’ redunda en todas aquellas cosas que convirtieron a ‘Psychic Chasms’ en uno de los debuts más aclamados por la crítica en 2009: sencillas composiciones pop revestidas con bien de sintetizadores, nostalgia retrofuturista y sonido intencionadamente sucio. A medio camino entre la accesibilidad de la música de Washed Out o Toro y Moi y la experimentación de Com Truise, la propuesta de Neon Indian ha pasado, sin embargo, bastante desapercibida entre el público, y eso a pesar de su originalidad y de la falta de complejos a la hora de recurrir al do it yourself, que el propio grupo promociona en esa simpática broma seria de regalar un sintetizador, con diseño de Alan Palomo, con la edición de lujo.
No hay muchas variaciones con respecto a ‘Psychic Chasms’, si acaso un sonido más depurado y una mayor unidad del conjunto. Tampoco es que hiciese falta ningún cambio, claro. Incluso tienen una estructura similar acotada por tres cortes instrumentales (aquí titulados ‘Heart: Attack’, ‘Heart: Decay’ y ‘Heart: Release’) que no son tan circunstanciales como podría parecer en un principio. ‘Polish Girl’, ‘Hex Girlfriend’ y ‘Halogen (I Could Be A Shadow)’ están a nada de convertirse en clásicos instantáneos y son tan pegadizas a primera escucha como lo eran ‘Deadbeat Summer’, ‘Terminally Chill’ o ‘Should Have Taken Acid With You’ en el primer trabajo. ‘The Blindside Kiss’ se atreve a ser más ruidosa y ‘Suns Irrupt’ a reinterpretar con acierto las bases del ‘Someone Great’ de LCD Soundsystem. Más ambientales y tranquilas, completan el tracklist ‘Future Sick’, la enorme ‘Fall Out’ y ‘Era Extraña’, curiosamente la canción más prescindible del largo al que da título. Y cuando, tras el último corte instrumental, suponemos que llega el final, todavía queda una sorprendente ‘Arcade Blues’, con un irresistible sample extraído con toda probabilidad de un videojuego, que lejos de ser un relleno cualquiera es un potencial single, además de la canción más claramente bailable de este álbum.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Polish Girl’, ‘Fallout’, ‘Suns Irrupt’, ‘Hex Girlfriend’, ‘Halogen (I Could Be A Shadow)’
Te gustará si te gustan: Com Truise, Washed Out, Memory Tapes, M83.
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