La notable trilogía formada por sus últimos álbumes, ‘Palo Santo’, ‘Rook’ y ‘The Golden Archipielago‘, sirvió a Shearwater no solo para ahuyentar el calificativo de «banda secundaria de Okkervil River» sino para afianzar su lugar propio en el indie rock con raíces folk. Con Jonathan Meiburg y su especial timbre vocal al frente, el grupo de Austin da ahora otro paso crucial en su carrera dejando atrás el sello Matador y publicando su primer álbum en Sub Pop. ‘Animal Joy’ puede servir para que los tejanos alcancen un mercado más amplio y van a por ello sin dudar, con su colección de canciones más directa e incisiva hasta la fecha.
En este disco, grabado con el productor local Danny Reisch (Spoon, White Denim, Okkervil River), la banda de Meiburg, Burke y Harris (asistidos, entre otros, por Peter Katis -The National, Interpol-, Andy Stack -Wye Oak-, Scott Brackett -Murder By Death- y Cully Symington -Cursive-) incide en su faceta más rockera y cruda, cuidándose de dar un especial protagonismo a las rocosas percusiones de Thor Harris (también miembro de Swans) y a la inconfundible voz de su líder, cada vez más poderosa y lírica (casi operística, por momentos). Ambos se convierten en los ejes en torno a los que giran unas canciones que, aún conservando la base de folclore norteamericano que les aproxima a Calexico, apuestan por la épica de Bruce Springsteen, tal y como hicieron Arcade Fire en ‘The Suburbs‘.
Crescendos como los de ‘You As You Were’ o la inicial ‘Animal Life’, rock crudo como el del single ‘Breaking The Yearlings‘ o el nervio after-punk de los primeros R.E.M. en ‘Immaculate’ y ‘Pushing The River’ son los momentos álgidos de ‘Animal Joy’, el motor que lo impulsa, y están lo suficientemente bien mezclados con su faceta más reposada para que en ningún momento el álbum llegue a hacerse pesado. Aun con momentos de gran brillo como la final ‘Star Of The Ages’ (que culmina con un precioso arreglo de arpa), ‘Run The Banner Down’, ‘Believing Makes It Easy’ o la tenebrosa e intensa ‘Insolence’, esa vertiente contemplativa y folkie que les había caracterizado hasta ahora queda en un (bonito, eso sí) segundo plano, buen contrapunto al magnífico impulso de las primeras. Sus siempre bellas y eficaces metáforas enfrentando hombre y naturaleza redondean el concepto Shearwater, un conjunto que no destaca por su heterodoxia ni por su riesgo, pero que a cada disco resulta más sólido y brillante.
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘You As You Were’, ‘Animal Life’, ‘Breaking The Yearlings’, ‘Immaculate’
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Escúchalo: NPR, YouTube