Cuando en 1998 Thomas Vinterberg fue premiado en Cannes por la magnífica ‘Celebración’ se convirtió en el director europeo de moda, en un veinteañero que junto a Lars Von Trier prometía revolucionar el cine de autor con su manifiesto Dogma 95. No fue así. El movimiento se olvidó pronto (sobrevivió un años como etiqueta comercial y refugio para directores mediocres y sin un duro) y Vinterberg fracasó con ‘It’s All About Love’ (2003), su intento de rodar en inglés y con estrellas de Hollywood.
Después de dirigir varias películas interesantes pero con poca repercusión (‘Querida Wendy’, ‘Submarino’) y rodar el vídeo de Metallica ‘The Day That Never Comes’, el director danés ha vuelto con ‘La caza’ a obtener el favor de crítica y público. Y no es de extrañar. Su última película es un potente drama rural que escarba con sensibilidad y contundencia en la roña que ensucia uno de esos pliegues oscuros de la sociedades: los juicios morales comunitarios.
Hay refranes que asustan. Esos supuestos contenedores de la sabiduría popular son en ocasiones el reflejo de todo lo contrario, legitimaciones sociales de la maldad más enquistada. “Cuando el río suena agua lleva” quizá sea uno de los más terribles, y sobre él se asienta esta película. ‘La caza’ es la crónica de una injusticia, el retrato de un hombre acosado por una comunidad que, unida por el miedo a que el horror se introduzca en sus hogares, pasa de ser racional y amigable a injusta e inquisitorial.
Apoyándose en la extraordinaria interpretación de Mads Mikkelsen (premio al mejor actor en el pasado Cannes), el director consigue tratar un tema tan proclive al tremendismo sin caer nunca en el maniqueísmo ni en los excesos melodramáticos. De hecho, cuando la película parece que va a derivar hacia un nuevo ‘Perros de paja’, Vinterberg rompe con las expectativas y en vez de sacar las escopetas de caza opta por utilizar la mirada de Mikkelsen como arma más potente.
Aunque no tiene la suficiente fuerza expresiva y alegórica para ser ese “reverso de ‘Celebración’” que proclama el director –capaz de dinamitar una institución social-, ‘La caza’ es una notable fábula moral, una de esas películas que abre debates y generan preguntas: ¿qué haría yo en su lugar? ¿Y en el lugar de los padres? 8.