El notable cartel de la octava edición del Bilbao BBK Live hizo que ayer se congregaran en Kobetamendi 35.000 personas preparadas para disfrutar de los directos de Charles Bradley, Edward Sharpe & The Magnetic Zeros, Little Boots, Two Door Cinema Club o Depeche Mode, a pesar de las altas temperaturas y del pequeño tapón que se creó a la entrada cuando abrieron las puertas.
Ni el calor, ni la dificultad para acceder al recinto, ni un horario que no se lo deseo ni a mi peor enemigo pudieron con Toy. Los ahijados de The Horrors dejaron que su estupendo álbum debut, el hit ‘Kopter’ y la potencia de su sonido hicieran el trabajo. Sin dirigirse apenas al público –que comenzó ignorando al grupo pero que acabó rendido– dieron una lección de cómo triunfar en un festival teniendo todo en su contra.
Y si Toy supo desplegar su talento a pesar de las dificultades, Alt-J no se quedaron atrás. Los ingleses protagonizaron uno de los mejores conciertos de la jornada gracias a un sonido espectacular y al enorme ‘An Awesome Wave‘ con el que venían debajo del brazo. Aunque a priori pudiera parecer una propuesta difícil para esas horas, el público estuvo a la altura desde el principio hasta el final conectando con los ganadores del Mercury Prize.
El escenario Live! se convirtió ayer en el epicentro de la fiesta y en el espacio donde se pudieron ver los mejores conciertos. Edward Sharpe & The Magnetic Zeros protagonizaron la primera sorpresa de la jornada. Lejos de ser unos one hit wonder, demostraron que no solo de ‘Home’ vive el hombre. Cierto es que esta canción, con la cerraron el show, fue una de las más coreadas y bailadas del festival, pero cierto es también que la banda de Alex Ebert tiene una discografía lo suficientemente interesante como para conseguir hacer bailar y disfrutar al público durante una hora. El final del show, con todos los asistentes que abarrotaban el escenario bailando y silbando fue espectacular.
Editors, ejemplo de banda que antes “molaba” más, ofreció un espectáculo bastante irregular en el escenario Bilbao. Capaces de levantar al público, siempre y cuando echasen mano de hits como ‘The Racing Rats’, el grupo que podía mirar a la cara a Interpol con sus primeros discos no fue capaz de mantener la atención del público cuando interpretaban las canciones del flojo ‘The Weight of Your Love‘. Una pena, porque no podían presumir de originalidad pero sí de tener un directo bastante sólido.
El escenario Live! otra vez se volvió a abarrotar con la llegada de Charles Bradley and his Extraordinaries. Con unos músicos espectaculares, Bradley se metió a la audiencia en el bolsillo con sus bailes –impagable verle hacer el robot-, su repertorio de soul exquisito y unas cualidades vocales capaces de emocionar a cualquiera. ‘Confusion’ fue probablemente la canción que reventó el festival pero sería injusto destacar un tema dentro del repertorio con el que deleitó a los allí presentes. Si no fue el mejor concierto del día, poco le faltó.
Nada malo se puede decir de Depeche Mode en general ni del directo que ofrecieron ayer en particular. Si acaso el problema de sonido que tuvieron con ‘Precious’ y que les obligó a repetir la canción; lo decepcionante de las proyecciones – solo con ‘Heaven’ llegaron al nivel habitual-; o que uno ya sepa qué pasos va a hacer Dave Gahan antes de que los haga, pero nada de eso impidió que, como viene siendo habitual, Gore y los suyos saliesen por la puerta grande. La estructura del setlist marca de la casa (presentar el disco nuevo, intercalar de vez en cuando algún hit de los 90 y rematar con toda la batería de grandes éxitos) hizo que hasta el menos fan pudiera disfrutar de una de las mejores bandas de todos los tiempos. Destacaron los nuevos arreglos de ‘A Pain That I’m Used To’, el público cantando ‘Home’ como si no hubiera un mañana y lo impepinable que resulta su último álbum.
Little Boots se encontró un escenario Live! prácticamente vacío cuando salió a interpretar ‘Motorway’ pero, poco a poco, el público fue llegando y la intérprete de ‘Remedy’ fue desgranando ese repertorio que no entiendo cómo no la ha hecho triunfar ya como se merece. Después de la aglomeración que supuso lo de Depeche Mode, fue un auténtico oasis encontrarte un escenario semi vacío al principio donde poder bailar hits como ‘Headphones’ –de las más coreadas– o ‘Broken Record’. Divertido no, lo siguiente.
Two Door Cinema Club puede que bajaran el listón con ‘Beacon’ (y esa afirmación puede ser pelín arriesgada), pero lo que está claro es que pocos grupos pueden presumir de semejante colección de éxitos con apenas dos discos en el mercado. Sonaron bien; no dieron ni un respiro al público que bailó y cantó canciones como ‘Someday’, ‘Sleep Alone’, ‘I Can Talk’ o ‘Something Good Can Work’ de principio a fin; y consiguieron la explosión colectiva cerrando con ‘What You Know’. Aún es pronto para intentar aventurar por dónde irá la carrera de los irlandeses pero, si siguen así, vamos a tener Two Door para rato.
A eso de las 03:00h Delorean puso en pie a todos los que abarrotaban la carpa Vodafone con un sonido, esta vez sí, espectacular. ‘Apar’ es probablemente uno de los lanzamientos más esperados del verano y, por lo que se pudo oír ayer en el Bilbao BBK Live, seguro que va a ser uno de los más valorados. Y con los de Zarautz se dio por terminada la noche, a falta de que Dj Amable y Javi Green & Montxo pusieran a bailar al respetable con una sesión caracterizada por una falta de prejuicios notable, en la que se pudo degustar música para las grandes masas, propuestas más minoritarias, soul, rock o electrónica y en la que no falló ningún grupo. Es pronto para hablar de esta edición en conjunto pero lo que sí se puede asegurar es que la de ayer fue una de las mejores jornadas de todas cuantas ha habido en la historia del festival.
Fotos: Musicsnapper & Tom Hagen