Hay dos tipos de personas en el mundo: los fans de ‘Felt Mountain’ y los fans de ‘Supernatural’. Evidentemente puede darse el caso de que haya seguidores de ambos estilos, pero siempre tira más uno que otro. Por esta razón Goldfrapp es una de las bandas más inusuales del pop actual, porque seguirles es seguir a su vez a dos bandas completamente diferentes y porque han hecho de su incoherencia su sello de identidad: si Goldfrapp saca un disco divertido, hedonista, lo siguiente constituirá su respuesta antagónica.

Así que no hay sorpresa: ‘Tales of Us’ es totalmente distinto a ‘Head First’ y una vuelta a los Goldfrapp más oníricos. Alison, de hecho, asegura que cada vez le atraen más “la intimidad y simplicidad de una voz y una guitarra”, aunque la razón fundamental del cambio haya sido que ‘Head First’, que al principio decía era un proyecto nacido de su necesidad de bailar en los conciertos tras la gira de ‘Seventh Tree’, no le gustaba mucho ya que fue un álbum hecho a toda prisa por culpa de las presiones de EMI, por entonces adherida a su sello de toda la vida, Mute.

Para la creación de ‘Tales of Us’, pues, se han dado las condiciones idóneas: la renovada independencia de su discográfica y por extensión la del grupo ha ayudado a Will y Alison a crear, sin presiones, recluidos en su estudio de la campiña inglesa, el disco que han querido. Y de estas condiciones ha nacido una obra de arte de inconmensurable belleza, inspirada en la estética noir, en la obra de la novelista Patricia Highsmith y en el cine de David Lynch o Ingmar Bergman. Un disco inquietante y solitario, como su cubierta, pero cuyo título nos incluye a todos.

De ‘Tales of Us’ se va a decir mucho que es un cruce entre ‘Felt Mountain’ y ‘Seventh Tree’, entre lo pesallidesco del primero y lo bucólico del segundo. No es, en absoluto, una tontería, pues a diferencia de estos trabajos, ‘Tales of Us’ no existe en su propio mundo, sino que parece resultado de una unión entre ambos. Las sublimes cuerdas a lo Ennio Morricone de ‘Stranger’, y sus inquisitivos silbidos, los “la la las” finales de ‘Drew’ o el terror que inspira ‘Laurel’ llevan ‘Felt Mountain’ en su ADN. Y como ‘Seventh Tree’, aquí predominan las melodías melancólicas y la desnudez de las guitarras y la orquesta de cuerdas, además de la calidad de una voz, la de Alison, a cada disco más seductora.

La característica más llamativa de ‘Tales of Us’ es que todas sus pistas, excepto una, reciben nombre de persona, y la que no, ‘Stranger’, la más ‘Felt Mountain’ de todas y uno de los puntos álgidos claros del disco, mantiene el concepto igualmente añadiendo aún más misterio. Es como si la atmósfera amenazante de ‘Felt Mountain’ se hubiera posado sobre los bosques de ‘Seventh Tree’, envolviéndolos en niebla y poblándolos de personajes de lo más intrigantes, como esa ‘Jo’ que debe correr por su vida entre hipnóticos loops, esa sensual ‘Drew’, esa misteriosa ‘Ulla’ entre plañideros chelos o ese malogrado ‘Clay’ con el que se cierra el disco entre afilados violines.

Uno de esos personajes es ‘Annabel’, a través del cual Goldfrapp trata el tema de la identidad de género. Dice Alison que una de las cosas que más le apetecía hacer para ‘Tales of Us’ es contar historias que no fueran sobre ella, y aunque en muchas ocasiones a lo largo del disco las letras recurren al misterio o directamente a la abstracción, el mensaje de ‘Annabel’ es bastante directo, todavía más después de su recién estrenado vídeo de acompañamiento dirigido por Lisa Cunning, pareja de Alison. ‘Annabel’ merece una mención especial por eso pero, sobre todo, porque con ella Goldfrapp han dado con una de las melodías más escalofriantemente hermosas de su carrera.

Algunos de los números del álbum no impresionan tanto. ‘Ulla’ o ‘Thea’, por ejemplo, son más bien discretas y ‘Alvar’, con una de las melodías vocales más bonitas, emociona de verdad solo a partir de su segunda mitad. Por supuesto cada uno podrá encontrar en ‘Tales of Us’ ese pequeño gran instante de sublimidad con el que maravillarse; sin embargo, no todas estas canciones destacan enormemente por sí solas; unas pocas se ven aventajadas por el concepto sin resultar realmente grandes canciones por mérito propio, lo cual tampoco es novedad.

No es fácil hablar de un disco como este sin soltar una ristra de cursiladas, pero ‘Tales of Us’ posee la belleza de esa música que parece preexistir en el espacio y el tiempo esperando a que un genio la capture. Eso, sin embargo, sería subestimar enormemente el talento de un grupo que ha logrado crear nuevamente una obra maestra sobrecogedora, en la que perderse en largas caminatas nocturnas o a la luz de las primeras horas de la mañana. Muchos logran lo mismo, pero ninguno lo hace como Goldfrapp.

Calificación: 8,5/10
Lo mejor: ‘Jo’, ‘Annabel’, ‘Stranger’, ‘Clay’
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