«¿Están Black Keys traicionándose a sí mismos al renunciar en ‘Fever’, en buena medida, a su habitual patrón de actualizar la tradición del rock and roll y el soul norteamericano que les ha llevado al puesto de privilegio en el que están, abrazando abiertamente el pop en su lugar? Puede que sí, pero a ver quién es el guapo que se lo echa en cara ante semejante e irresistible pepinazo». Raúl Guillén.
«Nadie adivinó el gran éxito de ‘Lonely Boy’ pero desde el principio su pegajosa melodía era imposible de ignorar. Con ‘Fever’ pasa un poco al revés: con el tirón que tiene ahora The Black Keys lo suyo sería que esto se convirtiera en un hit y, como tal, que ofreciera en el futuro divertidos momentos musicales en comunión en tabernas, antros y pubs, pero aunque su riff de sintetizador es pegadizo y algo ‘Kids’ de MGMT (quizás por eso mismo) no hay mucho más en ella a lo que agarrarse en realidad. Lejos de lo canturreable de un ‘Gold On the Ceiling’ incluso, ‘Fever’ cae sencilla e inevitablemente en lo olvidable». JB.
«Tras un inicio muy Strokes, los Black Keys pronto se desmarcan y convierten ‘Fever’ en una de las grandes canciones que he escuchado en lo que va de 2014. Casi tan psicodélica (¡e hipnótica!) como el vídeo que la acompaña, ‘Fever’ tiene un ritmo pegadizo que se te clava en la corteza cerebral y del que es prácticamente imposible desprenderse. El adelanto perfecto para hacer que nos muramos de ganas por escuchar el resto de ‘Turn Blue'». Lolo Rodríguez.
«Para un grupo que ha encadenado dos álbumes de tantísimo éxito como ‘Brothers’ y ‘El camino’, lo difícil es presentar un single que suene espontáneo, fresco y que además se recuerde desde la primera escucha. Pero Black Keys lo consiguen con ‘Fever’ (porque tarde o temprano tenían que componer un tema llamado ‘Fever’, ¿verdad?) gracias a un contagioso e irresistible riff de teclado, pero no sólo a eso: al final la canción se desprende de él para volar, desmelenada, por su cuenta. Hit seguro». Sebas.