‘Spandau Ballet: Soul Boys of the Western World’ es la clásica historia de ascensión, éxito, caída y redención dentro del mundo del pop, narrada por los miembros de la banda, desde su infancia, pasando por la creación del grupo en el instituto hasta toda la gloria (y decadencia) posteriores. Pero en vez de mostrar la típica alternancia entrevista-vídeos, apuesta decididamente por las imágenes de archivo, dejando perpetuamente en off la voz presente de sus protagonistas.
Uno de los grandes valores de este documental es, precisamente, la calidad del material. Spandau Ballet tenían la costumbre de grabarse en vídeo continuamente, lo que nos regala perlas como ver a sus muy adolescentes miembros berreando punk, su primer concierto ya como Spandau Ballet, sus sesiones de estudio, sus giras… Todo está bien encajado para ilustrar a la perfección esta epopeya pop de cinco chavales triunfando, cinco muchachos a los que jamás atacaron los males de la “vida normal”, en su decidida y temprana apuesta por ser estrellas del pop, guiados por el fino olfato de Gary Kemp. Mostraron al mundo el movimiento New Romantic y, cuando el barco ya estaba demasiado lleno, saltaron hacia el soul-pop sofisticado, reventando todas las previsiones con ‘True’, inicio de su etapa de gloria máxima, esa que se cerraría con ‘Through the barricades’. Después, un disco mediocre, el desinterés creciente de Gary Kemp y la dispersión de la banda, coincidiendo con el inicio de la década de los 90. Tras unos años en que cada uno campea la etapa post-Spandau como puede (los hermanos Kemp pasándose a la actuación, los demás sobreviviendo musicalmente de aquella manera), reaparece la nostalgia por la amistad perdida.
Realmente, este ‘Soul Boys’ genera fervor durante su visionado, independientemente de que seas fan o no, pero también levanta la ligera sospecha de si no será un hermoso vehículo para justificar el regreso de la banda en 2009, ya que se pasa de puntillas por los malos momentos (por ejemplo, se muestra la demanda de 1999 por royalties de los tres miembros no Kemp contra Gary, pero en ningún momento se explica el motivo que les empujó a presentarla) y se insiste en lo mucho que se echaban de menos y añoraban estar en la banda como razón principal de su retorno. Pero si te están vendiendo la moto, te la están vendiendo muy bien. Primero porque sabe transmitir todo el entusiasmo del triunfo y sabe transmitir la melancolía que aflora años después. Y qué puñetas, cuando llegas al final, con la banda de nuevo reunida, tocando ‘Gold’ en el Isle of Wight y ves a los mismos tipos, avejentados, ajados y resabiados, te los crees. Y no puedes evitar emocionarte. 7,5
La película de George Hencken se puede ver en el Festival Beefeater In-Edit.