Ruth Lorenzo parece estar sirviéndose de los contrastes para establecer su personalidad: el de la fuerza de su voz con la vulnerabilidad de baladas como ‘Dancing in the Rain’ o el dúo con Miguel Poveda ‘Rey de corazones’; o el del buen rollo y la luminosidad que quieren transmitir ‘Gigantes’ o ‘Planeta azul’ con su cara de pocos amigos. Su álbum de debut oficial llega seis meses después de su paso por el Festival de Eurovisión y la buena noticia es que parece meditado y hasta medio elaborado con la producción en Estocolmo de Chris Wahle. El disco no sucumbe a la esclavitud de las modas (salvo algún mini dubstep o algún efecto puntual) y más bien está al servicio de las composiciones de Ruth Lorenzo. Pese al empeño de alternar lentas que no logran hacer sombra a un ‘The Power of Love’ (referencia obligada por su fondo electrónico), con canciones ultra épicas, es en los números pop inofensivos donde encontramos las mejores pistas: ‘Renuncio’ presenta ecos de la Paloma San Basilio de ‘Juntos’, los primeros Olé Olé y La Oreja de Van Gogh, y estos podrían asomarse también por la tonta pero entretenida ‘1, 2, 3’. El asunto se pone mucho más chungo cuando la cosa pretende ponerse seria: ‘Patito feo’ es tan básica que te hará desear que vuelva el extinto programa de Ana Obregón del mismo nombre («Y aunque me llames patito feo / Me da igual, no quiero vuelta atrás / Soy así, no tengo miedo / Estoy hecho de algo más / Yo sé que puedo volaaaaaaaaaaaar, volaaaaaaaaaaaar, volaaaaaaaaaaaar» / Siendo un patito feo»); ‘Flamingos’ destroza sin pudor alguno ‘Back to Black’ de Amy Winehouse (que alguien le pase la letra original para comparar) y ‘Eva’ es una canción reivindicativa con la profundidad de una Cristina del Valle. Con aquella espantosa portada que se presentó pero parece haberse perdido por el camino, se podían haber perdido también ciertos tics.
Calificación: 4,5/10
Lo mejor: ‘Renuncio’, ‘1, 2, 3’, ‘Noche en blanco’, ‘Gigantes’
Te gustará si: eres eurofán a muerte
Escúchalo: Deezer