Como todos sabemos, desde hace unos años, algunos grupos alternativos españoles, ninguno de los cuales ha logrado entrar en radiofórmula, y después de varios años chupando carretera, han podido pasar a vivir de su música. En ese salto hacia la profesionalidad ha tenido mucho que ver internet y el boca a boca, como nos contaban Vetusta Morla durante su última entrevista. Aparte de dejarnos el titular «La radiofórmula ha perdido el contacto con la realidad», explicaban: «Lo diferente es que ahora hay gente interesada y portales de internet y revistas que quieren contarlo. No es una cuestión de ser cabecillas de nada. Estamos en un “in pass” después del cual, a ver qué pasa. Entre todos, medios, público, bandas… sí que se ha hecho como una escena donde generar música, escuchar música, generar opiniones diferentes… que no existía antes, porque nosotros veníamos de un vacío absoluto».
El sustento para que surja esa «escena» han sido por supuesto los conciertos, los que realizan en festivales, pero de manera más significativa los que algunos grupos pueden realizar por su cuenta aparte del verano. En la subsistencia de estas bandas ha jugado un papel importante la genial idea de desarrollar diferentes conciertos en fechas consecutivas en la misma sala sobre todo en las dos ciudades más grandes, ahorrando gastos de desplazamiento o incluso de alojamiento si la banda es de Madrid o Barcelona, beneficiándose de esos fans dispuestos a pagar por ver 2, 3, 4 ó 5 veces a su grupo favorito.
La idea -naturalmente- ha sido utilizada por grupos internacionales y nacionales hasta la saciedad, con especial ahínco en la reciente residencia en Londres de Kate Bush, ciudad de la que no salió en 22 días. Pero ha sido noticia este mes en España por haberse extendido más allá de las bandas que considerábamos en la primera línea de la música alternativa española de éxito (Vetusta, Manel, Lori Meyers, Love of Lesbian, Supersubmarina, Dorian…).
Los más originales no fueron alternativos: Fangoria programaron en 2007 hasta cinco formas distintas de presentar ‘El Extraño Viaje’ en Madrid: una pinchada, un concierto en el que una ruleta escogía el repertorio, un concierto con orquesta, uno sin guitarras y uno normal. En 2010, Love of Lesbian añadían primero una segunda, luego una tercera y finalmente una cuarta fecha en Joy Eslava (Madrid); y posteriormente anunciaban tres conciertos seguidos en Barcelona. En Barcelona Manel actuaban dos veces seguidas en el Palau de la Música en 2010 y en 2011 hasta cinco veces seguidas en Teatre Romea.
En diciembre de 2011, durante la era ‘Mapas’, Vetusta Morla, tras agotar entradas en La Riviera fueron añadiendo fechas hasta actuar un total de cinco veces en torno a dos fines de semana (8, 9, 10, 16 y 17 de diciembre). En aquel mismo invierno, Lori Meyers ideaban repasar sus 4 primeros discos en 4 conciertos en Joy Eslava, realizando los conciertos entre los días 1 y 4 de febrero. Dorian presentaban ‘La velocidad del vacío’ con dos shows seguidos en Joy Eslava. Nacho Vegas actuaba en la misma sala presentando ‘Resituación’ los días 15, 16 y 17 de mayo de este año, de manera similar a lo que había hecho con el álbum anterior. Y ya desde antes de publicar su último disco, ‘Viento de cara’, Supersubmarina sabían lo que les esperaba y reservaban bien de Rivieras: tras agotar los días 11, 12 y 13 de diciembre, volverán a la misma sala de Madrid el 10 de enero.
Todo este festín de recaudación en la misma ciudad está muy bien para unos pocos y muy mal para los artistas que aún no pueden vivir de su música, pero la buena noticia es que más grupos están sumándose a esta Primera División poco a poco. Recientemente hemos conocido varios ejemplos de artistas veteranos que están recogiendo, como los anteriores, el fruto de largos años de esfuerzo. Tras colgar el «sold out» el 14 de noviembre en Ocho y Medio, El Columpio Asesino anunciaban otro concierto en la misma sala para el 28 de noviembre (con colaboración especial de Trajano!). El mismo día que se hacía el anuncio de El Columpio, León Benavente anunciaban que tras agotar Joy Eslava el 4 de diciembre, sumaban un segundo concierto el 6 de diciembre.
Y una semana después, Sidonie, que también llevan años en la primera fila del indie español, aunque unas veces con más suerte que otras (y curiosamente sin que los altibajos se correspondan con la calidad de sus discos), anunciaban que volverían a Joy Eslava el 27 de marzo de 2015, aunque varios meses después de agotar la fecha del 12 de diciembre.
A toda esta muestra de buena salud de la música alternativa en directo en plena crisis hay que sumar una idea más: la de aprovechar las nuevas circunstancias del Palacio de los Deportes de Madrid, que se puede amoldar para 2.500 personas, 5.000 o 16.500. Pasando de Joys y Rivieras, actúas, gastas y trabajas sólo un día pero frente al máximo público posible. Si te pasas de 5.000 además, puedes ir abriendo poco a poco el graderío. Izal, el grupo revelación del año en cuanto a éxito comercial, cerrará su gira el 11 de abril de 2015 en este recinto. También se atreverán Vetusta Morla el 23 de mayo, que este 2014 se han hecho 5 Rivieras y 2 Razzmatazzes.
¿Cuántos grupos internacionales podrían permitirse esto? ¿Hay que recordar la lista de artistas que no han podido convocar a 2000 personas tras una avalancha de bombardeo mediático? Un nuevo recordatorio también para Sabinas, Melendis y Orejas de que hay un mundo funcionando de manera saludable y paralela, aunque la tele y la radio rara vez nos lo cuenten.
Sólo nos queda que estos grupos se acuerden siempre de llevarse buenos teloneros.