¿Hacen falta reclutas en el ejército de los Estados Unidos? Eso parece viendo ‘El francotirador’, uno de los blockbusters más descaradamente propagandísticos de los últimos tiempos. Esto no quiere decir que sea una mala película, ojo, pero sí una obra muy, muy corta de miras.
La adaptación de las memorias de Chris Kyle, el llamado «francotirador más letal de la historia del ejército estadounidense» o el «Satán de Ramadi», pone de manifiesto la falta de voluntad de Clint Eastwood a la hora de reflejar con algo más de profundidad, rigor y espíritu crítico el contexto histórico donde se desarrolla la historia, o para hacerse preguntas incómodas como, por ejemplo, el porqué de la ineficaz atención psiquiátrica recibida por el asesino de Kyle, también un veterano de guerra. Al contrario, la película es una hagiografía en toda regla, la indisimulada santificación de un «héroe» y la deshumanización del enemigo.
‘El francotirador» podría haber sido, como ha declarado Bradley Cooper, una película apolítica, un simple western en Oriente Medio, la historia de un superpistolero que viaja en un coche que lleva impresa la calavera del Castigador de Marvel y mata archienemigos (el carnicero del taladro, el francotirador olímpico) como en un videojuego tipo ‘Call of Duty’. Podría. Pero si te basas en un personaje real y la ambientas en la guerra de Irak, esa tesis, Bradley Cooper, tiene más agujeros que las cabezas de las víctimas del personaje que interpretas (bastante bien, por cierto).
Propaganda patriotera al margen (si es que puedes dejarla al margen), ‘El francotirador’ es una vigorosa película bélica, llena de enérgicas secuencias de acción (el ataque final con la tormenta de arena es fabuloso), que se ven interrumpidas por escenas domésticas muy mal resueltas (e involuntariamente cómicas: el famoso bebé de plástico). Un nuevo ejemplo de la enorme pericia narrativa de Eastwood pero también de la debilidad expresiva que caracteriza sus últimas películas. El director ha dado en el blanco de la taquilla, pero disparando perdigones. 6.