Los últimos tiempos hemos tratado el tema de la discriminación sexista que existe en la música desde siempre. Si hace poco era Björk quien rompía una lanza relatando como aún a fecha de hoy, la gente sigue creyendo que ‘Vespertine’ está producido por Matmos, Jana Hunter de Lower Dens va un paso más allá.

En un emotivo artículo publicado en Cosmopolitan, relata cómo debido a lo que define como «identidad de género fluida» (genderfluid), ha podido comprobar en primera persona esta discriminación.

Nacida mujer aunque a los 3 años le dijo a sus padres que era un chico, Jane describe que ha “aprendido a no luchar por ello directamente, porque prefier(e) hacer las cosas que discutir” y relata algunos casos concretos. “Estás haciendo pruebas de sonido en algún sitio y el promotor comienza a preguntarle a tu compañero (hombre). El compañero me mira. Yo respondo. El promotor continúa mirando al compañero y sigue haciendo preguntas. Miras y continúas respondiendo”, indica, refiriéndose al ninguneo que reciben las mujeres que se dedican a la música, tratadas como inútiles sobre el escenario (algo parecido a lo que contaban Nosoträsh en España).

“Después de muchos años, te quedas con una sensación desagradable, que con el tiempo se vuelve repulsiva y más tarde rabia contenida, de que no, no estás loca. Las cosas realmente son duras y más repugnantes de lo que lo debería, y sí, si la gente te viera como hombre, sería más fácil y probablemente estarías ganando algo de dinero”, dice Jana.

Lower Dens han editado este año ‘Escape From Evil‘, que incluye una de las mejores canciones de marzo para nuestra redacción, ‘To Die in L.A.’.