«Es nuestra etapa imperial, y nada de lo que hagamos va a salir mal». Ay. Por si ya no era suficientemente fan de Sagrado Corazón de Jesús, va y abre su nuevo EP con el fastuoso homenaje a Pet Shop Boys que es ‘Etapa imperial’. Así que mis dudas (escasas, todo sea dicho de paso) sobre si Jesús Fernández iba a ser capaz de superar el fantástico ‘Opera Omnia‘ han sido arrolladas desde el inicio por este himno grandilocuente e intenso; un clásico instantáneo en que imagina a Neil Tennant dirigiéndose a Chris Lowe en 1989, ante su primera gira, al final de su, efectivamente, etapa imperial: «Dentro de treinta años los que se reían de ti y de mí / mentirán y dirán: «en el 89 yo estuve allí»».
Parece que Jesús no sólo estuvo allí, sino que además se dedicó a tomar apuntes de las lecciones del dúo sobre cómo fabricar la canción-pop-insuperable: no sólo la secuencia perfecta, el ritmo adecuado y echarle valor; sino también la euforia y los arreglos melodramáticos, la sorna, la melancolía y la tristeza cobijadas dentro de grandes melodías y estribillos monumentales. Así, ‘Locus amœnus’ abandona el sonido «maquetero» y sacrifica algo de la inmediatez de su primer recopilatorio, pero lo hace para ir en pos de un sonido más elaborado y definitorio. Jesús construye su particular universo y su marcada personalidad exhibiendo a sus ídolos, sin miedo a mostrar sus influencias, porque todo eso forma parte de su misma sustancia. La portada es toda una declaración de principios; le muestra rodeado de fetiches, desde el cono de PSB en la era ‘Very’ a Divine, pasando por una enorme foto de Bowie o el logo de ‘Autobahn’ de Kraftwerk.
Así, ‘Las revistas científicas mienten’ suena a Fangoria cuando eran grandes, Carlos Berlanga asoma entre la bilis de ‘Novelty Rock’ y Angelo Badalamenti se deja fusilar el mítico tema de ‘Twin Peaks’ en la evocadora pero desengañada ‘La balada del último neandertal’. Incluso no duda en rebuscar en un pasado más lejano, como en la derrota disfrazada de alegre minueto de ‘Manifiesto’ y ‘Lugares comunes’, otro hit para enmarcar, el lamento de un tradicionalista contra el cambio, representado por el dodecafonismo y la atonalidad. Curiosamente, la única canción que flojea un poco es ‘El fin de la era’, la pieza rescatada de ‘Opera Omnia’, a la que los nuevos arreglos parecen restarle algo de encanto con respecto a su anterior encarnación. Lo que se mantiene igual son sus letras. Crípticas, críticas, políticas y apocalípticas, llenas de religión e injusticia, repletas de referencias y significados que a veces se escapan. Pero es indiferente captarlas en su plenitud para poder gozar de este EP. No sé si Sagrado Corazón de Jesús ha llegado ya a su propia etapa imperial, pero sí que sigue en estado de gracia. Y que dure. Los amantes del techno-pop facturado por chicos listos necesitamos discos así.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Etapa imperial’, ‘La balada del último neandertal’, ‘Novelty rock’, ‘Lugares comunes’
Te gustará si te gusta: Pet Shop Boys, Carlos Berlanga, Fangoria.
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