Cinco años han pasado desde que los hermanos químicos editaran aquel ‘Further‘, su último álbum de estudio (siempre y cuando no se contabilice la banda sonora que compusieron en 2011 para el filme ‘Hanna’). Y, desde entonces, durante su ausencia, el panorama electrónico se ha colapsado de vividores de la EDM y demás caraduras que se las dan de estrella sin ser ellos en realidad nada de eso. Por ese motivo resulta de lo más aplaudible que Tom Rowlands y Ed Simons, en lugar de seguir ninguna corriente ni moda, vayan por libre únicamente referenciando a unos grandes: ellos mismos.
‘Born In The Echoes’ es una respuesta, precisamente, a su anterior álbum. Si bien ‘Further’ era un disco sin featurings y con zapatilla de la buena, este nuevo trabajo de los británicos, aun guardando joyitas acid house como ‘EML Ritual‘ o ‘Reflexion’, que animan a alzar los brazos en cualquier buen after que se precie, está plagado de invitados vocales y luce un buen número de experimentos sonoros que se postulan entre lo mejor que el dúo ha firmado en años.
Más allá de la muy noventera ‘Just Bang’, que se hace algo lineal, The Chemical Brothers vuelven a valerse de las baterías bombásticas y los bajos portentosos marca de la casa en esa bomba de relojería que lleva por título ‘Sometimes I Feel So Deserted‘, y también explotan por enésima vez ese halo psicodélico que de siempre les ha encantado en esa ‘I’ll See You There’ que, inevitablemente, trae a la mente su grandioso ‘Let Forever Be’.
Asimismo, las almas más pop también tienen su dosis en ‘Go‘, en la que han vuelto a contar con Q-Tip después del pelotazo interplanetario de ‘Galvanize’. Pero como anteriormente ya hemos dejado caer, esto no es ningún ‘Push The Button’ ni ningún ‘We Are The Night’, ya que las cuotas de experimentación que se cuecen en este disco son las que hacen que estas canciones valgan su peso en oro.
St. Vincent, por ejemplo, se pone a las órdenes de la pareja en ‘Under Neon Lights‘ para propulsar, cual Mata-Hari, una oscura gema de pop raruno que, desde la primera escucha, consigue atraparte por completo (algo que también ocurre en el tema titular con una Cate Le Bon que parece que se ha comido las cuerdas vocales de Annie Clark). Y, por haber, hay hasta una legión de abejas que en ‘Taste Of Honey’ tienen el mismo protagonismo que su melodía al ralentí.
Eso sí, si hay que detenerse en una sorpresas mayúscula, esa corre a cargo de Beck en ‘Wide Open‘, un tema tan precioso, neworderiano, delicado y capaz de ponerte los pelos como escarpias que jamás, ni en nuestros mejores sueños, diríamos que los Chemical están detrás de él. En definitiva, ‘Born In The Echoes’ ofrece tantas cosas en menos de una hora que cualquiera encontrará su highlight particular. Aquellos que afirmaban que ya no son lo que eran, que se lo hagan mirar después de hincar el diente a estos sólidos temas.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Wide Open’, ‘Go’, ‘Reflexion’, ‘I’ll See You There’
Te gustarán si te gustan: los Chemical más inspirados y que saben combinar con maestría los bombazos hedonistas con aquellos números más experimentales.
Escúchalo: Spotify