Este verano el californiano Moses Sumney –por el que apostábamos a principios de año como una de las posibles Revelaciones de 2017– ha publicado uno de los videoclips más deslumbrantes y sobrecogedores del año, el que corresponde a su tema ‘Doomed’. En el vídeo, Sumney aparece desnudo en el interior de una cápsula de agua, flotando y absolutamente abandonado a su suerte. Puede entenderse el vídeo como una metáfora del mensaje de la canción, en la que Sumney nos habla sobre su incapacidad de amar (“¿estoy vivo si mi corazón es libre? ¿estoy condenado?”) y de cómo esta produce una sensación de vacío y soledad en su interior que sin embargo es inamovible. “Te siento, aunque no eres alguien a quien pueda ver”, canta; “y no dices nada del sufrimiento estoico que me agita levemente; si el no amar es no sentir a Dios, ¿me arrojarás al borde del camino?”
Puede que Sumney no sepa amar, pero desde luego sí posee una sensibilidad especial para escribir canciones capaz de hacer sentir amor y escalofríos a muchas personas, en parte gracias a su falsete angelical, propio de un D’Angelo que ha abandonado la sensualidad para dedicarse plenamente a la contemplación. ‘Doomed’ es el primer sencillo de su debut, precisamente titulado ‘Aromanticism’, que se publica el 22 de septiembre y además es una canción preciosa, envuelta en un arreglo que evoca la especie de líquido amniótico en el que vemos a Sumney flotar en el vídeo, tan acogedor en su aceptación -que no resignación- de la soledad absoluta.
Sumney es el arquetipo de estrella del pop contemporánea que empezó componiendo temas en su habitación y terminó tocando con Sufjan Stevens, James Blake y Solange -de quien es colega-, que deslumbrados por la belleza de sus canciones le llamaron para llevárselo de gira. Sumney practica un estilo de canción profundamente intimista que puede adoptar varias formas como el acústico ambiental (‘Seeds’), el blues tropical (‘Plastic’, ‘Man on the Moon’) o el jazz (‘Quarrel’) pero al que Sumney infiere un espíritu absolutamente sólido y reconocible gracias a su voz y a su expresividad. Su single más reciente, ‘Indulge Me’, es un gran ejemplo de su “bedroom soul” emotivo y que mira en el interior. Con razón el artista se ha atrevido recientemente a versionar ‘Come to Me’ de Björk… ¡casi la podría haber escrito él!