Nadie más consciente que el propio Julio Medem de todo lo que se juega con su nueva película. De hasta qué punto esta ‘Ma Ma’ marcará el futuro de un director que pasó de ser el nombre más poderoso del nuevo cine español de la década de los 90 a una especie de paria al que se despedaza simplemente por ser quien es. O mejor dicho, por rodar lo que rodó. Que sí, que nadie duda que hay un antes y un después de ‘Caótica Ana’ en su filmografía –y en nuestras vidas, si nos ponemos tremendistas–. Pero tan cierto es que todo lo suyo anterior tampoco era tan especial como que todo lo posterior tampoco fue tan escandalosamente malo.
De hecho, ‘Habitación en Roma‘, despojándola de prejuicios estúpidos, aguanta el tipo perfectamente al lado de filmes como ‘Los amantes del Círculo Polar’, ‘Tierra’ o ‘Lucía y el sexo’. Tres títulos que descubrieron al gran público el particular universo de aquel entonces muchacho vasco en el que todos nos fijamos cuando Cannes le premió por ‘La ardilla roja’. De aquello hace ya 22 años y Medem ya no sólo ha dejado de ser una joven promesa, sino que le cuesta encontrar productor para sacar adelante sus películas. Hasta que llegó ella. «Penélope Cruz me ha rescatado», confiesa con una voz que suena a agradecimiento y a pena. O no, porque si algo aprendes hablando con Julio es que nada es lo que parece ni nada es lo que habías imaginado. Que no tiene sentido buscar dobles sentidos porque todo, lo suyo, lo tuyo y lo nuestro, solo es el fruto de la casualidad que estábamos esperando.
Has dicho en algunas entrevistas que para ti ‘Ma Ma’ es una lección de vida y optimismo, pero lo cierto es que lo que cuentas en ella es bastante duro. ¿Dónde nace esta idea?
No fue de ninguna experiencia personal con el cáncer, sino de una escultura de bronce que vi en un museo de Düsseldorf en el año 2006. Era de una mujer que estaba tirada en el suelo como sufriendo, como arrastrándose de dolor. Una mujer que tenía una especie de masa saliéndole de un lado, una masa que podía ser maligna o no, porque también podría ser un niño o un pecho. La memoria de esa imagen fue el origen de ‘Ma Ma’. Así que decidí llamar Magda a esa mujer y empecé a contar eso, la historia de una mujer que empieza a llevar dentro ese mal y que de pronto también empieza a llevar dentro de ella vida. Escribí el guión y lo guardé. Y ahí se quedó a la sombra, como muchos, durante ocho años hasta que Penélope se interesó por él.
«Que yo llevaba tiempo intentando trabajar con Penélope no es ningún secreto, pero las tres veces que la llamé no pudo ser. Ella creía que yo estaba enfadado con ella, y no, a mí solo me daba rabia y pena que no hubiéramos podido coincidir»
¿Cómo llegó a sus manos?
Que yo llevaba tiempo intentando trabajar con Penélope no es ningún secreto, pero las tres veces que la llamé no pudo ser. Ella creía que yo estaba enfadado con ella, y no, a mí solo me daba rabia y pena que no hubiéramos podido coincidir. Total, que un día la que llamó fue ella para decirme que le apetecía mucho rodar algo en España y yo, que estaba casualmente en Los Ángeles, rescaté el guión y se lo di para que lo leyera. Le gustó tanto que me dijo que ella no solo quería protagonizar la película, sino que además quería coproducirla conmigo. Y a partir de ahí cambió todo.
¿En qué sentido cambió?
Empecé a reescribir el guión pensando en ella porque era consciente de que con Penélope dentro a la película se le iban a abrir puertas muy grandes, como al final ha sido. Y no sólo no tardé nada en hacerlo, sino que además me gustó muchísimo cómo lo adapté a ella. Lo digo sinceramente, yo me animé mucho porque empecé a ver todo lo que ella iba a aportar al personaje de Magda. Y vaya si lo hizo. De hecho, Penélope es casi co-autora de la película. Es una mujer muy potente y que además tiene algo que yo no tengo: está agarrada a la tierra. Es muy práctica y muy realista. Y muy intuitiva. Con la intuición hemos enganchado muy bien los dos porque yo para esta película no quería ensayar. Así que ella aportaba ideas pero no ensayaba nunca, y aunque en un principio confieso que iba inseguro a rodar al final me quedé pasmado al ver su talentazo. Ella lleva la película sobre sus hombros y da sentido al trabajo de todos. Su trabajo en esta película es una obra de arte.
¿Qué tiene entonces de Penélope esta nueva versión?
Una Magda mucho más cuerda. La de los guiones anteriores estaba mucho más loca. También es mucho más sabia y sabe quitarle gravedad a su tragedia. Esta Magda tiene más raza y más humor. Penélope aportó mucho su vis cómica con momentos y frases muy suyos. En general tiene algo que no se puede contar muy bien que es su personalidad, que es muy especial. Porque yo en un principio lo adapté para lo que yo entendía de ella como actriz, pero al final entre los dos conseguimos un personaje del que me siento muy orgulloso.
«Creo que mis películas no se parecen, o al menos como espectador notas mi intento de que no se parezcan. Yo no quiero hacerme autohomenajes, podría, estaría en mi derecho, pero no»
Penélope puede que sea la protagonista delante de la cámara, pero detrás tú también estás constantemente presente. Hablando con compañeros hablábamos de cómo determinados planos, movimientos de cámara o iluminación recuerdan mucho a tus películas anteriores.
Yo en realidad cuando hago una película siempre intento alejarme de la anterior y buscar en lo nuevo algo que no conocía. Es más, antes cuando hacía una película me vaciaba anímica y físicamente de una manera tan bestial que cuando terminaba se me quedaba un agujero negro enorme que tenía que llenar inmediatamente con la siguiente película. Por eso creo que mis películas no se parecen, o al menos como espectador notas mi intento de que no se parezcan. Yo no quiero hacerme autohomenajes, podría, estaría en mi derecho, pero no…
Pero es que en esta ocasión llegas a incluir incluso una frase calcada directamente del final de ‘Tierra’, cuando el personaje de Penélope, como hacía el personaje de Silke, saca la cabeza por la ventanilla de un coche y dice “¡Qué bien huele a mar! No hay nada mejor”. ¿Qué hay detrás de esto? ¿Autohomenaje? ¿Regalo para fans?
Esa frase en concreto sí es un guiño, pero lo hice porque me lo pidió un amigo que al leer el guión le pareció que la primera versión escrita de esa frase se parecía mucho a la de aquel final de ‘Tierra’ y me dijo que por qué no la cambiaba para que fuera la misma. Yo no me había dado cuenta, la verdad. Por eso te decía que no soy muy amigo del autohomenaje. Lo que pasa es que soy limitado y aunque busque, es normal que a veces me repita. Porque a mí lo que me gusta es buscar. Me paso toda la película buscando. Y buscar es encontrar la medida, que en esta película en concreto es delicadísima: mides los tonos, los encuadres, cuánta luz, no subrayar lo oscuro, no ser demasiado edulcorado… En eso centro todo el esfuerzo. ¿Que el principio se parece al de ‘Los amantes del círculo polar’? Puede, pero es un contexto tan diferente… ¡Siberia y Finlandia son muy distintas!
Pues hablando de ‘Los amantes del círculo polar’, también hay un plano de la pupila de Penélope que recuerda mucho al final de aquella película con Otto reflejado en los ojos de Ana.
Sí, yo me acordé también de ese plano. No sé, de nuevo, son contextos diferentes.
¿Crees que sin el apoyo de Penélope podrías haber sacado adelante esta película?
Si no fuera por ella… (piensa) Yo en aquel momento tenía dificultades para encontrar productor. Penélope me rescató, y de hecho para hacer esta película dejé de estar en Los Ángeles y me vine a España a mitad del curso de mi hija. El destino tiene estas sorpresas, juega así con uno. Qué cosas. Justamente acababa de publicar la novela de Aspasia…
Novela que precisamente también sale leyendo Penélope en la película.
Sí, pero no soy tan así… He tenido la decencia de cambiarle el título para ponerle el que a mí me hubiera gustado ponerle al libro y también cambiar el nombre del autor para poner el de mi abuelo.
Por cierto, ¿en que estado está tu idea de convertir la historia de Aspasia en película?
Ahora mismo estamos hablando de la posibilidad de adaptarla a una serie internacional. Ya veremos… He estado mucho tiempo metido dentro de Aspasia. Me fui a Los Ángeles para escribir el guión y me pasé allí al final cinco años en los que prácticamente solo leía a los griegos de esa época, del siglo V antes de Cristo, sumergido en su historia… A ver qué pasa al final, que los estadounidenses siempre te dicen que sí a todo pero pocas veces se concreta nada.
¿Qué te ha aportado cinematográficamente este tiempo viviendo allí?
Lo principal es que me ha inspirado para escribir el mejor guión que he escrito yo en mi vida y que solo se me podía haber ocurrido estando allí. De producirse sería una película muy cara, porque es un guión de ciencia ficción, solo voy a decir eso. Pero estoy seguro, bueno, seguro no, segurísimo, de que ese guión lo voy a hacer.
¿Con Penélope?
En esa película en concreto no la veo. Pero sí que hay proyectos ya hablados para continuar trabajando juntos…
«Igual ha habido pocos pases para académicos (para la preselección de los Oscar), igual no la han visto porque fueron en verano… Yo prefiero pensar que simplemente se ha votado así y ya está, pero claro que me he llevado una decepción»
¿Te sorprende que ‘Ma Ma’ no haya sido preseleccionada por la Academia de Cine como candidata para representar a España en los Oscar?
No sé qué pensar… Igual ha habido pocos pases para académicos, igual no la han visto porque fueron en verano… Yo prefiero pensar que simplemente se ha votado así y ya está, pero claro que me he llevado una decepción. Pero bueno, la película se viene vendiendo desde que estaba en proceso de guión y antes del estreno ya estaba vendida a todo el mundo. Es una buena noticia. La trayectoria que va a tener esta película va a ser muy grande. En unos días precisamente vamos al Festival de Toronto a presentarla.
Hace un año, cuando estabais rodando la película, apareció en la prensa la noticia de una secuencia que rodaste con Penélope y Jon Kortajarena en un supuesto club de intercambio de parejas que era bastante subida de tono. El caso es que vista la película no sé muy bien dónde habría encajado una secuencia de ese tipo. ¿Se ha quedado mucho en la mesa de montaje?
Suele pasar que de pronto hay secuencias que en el guión parecen importantes, y que por eso están y por eso se ruedan, pero que al final desaparecen. En el proceso de montaje hay que ser muy fino. Si quitas una secuencia y la película se mantiene y se entiende, es que no hacía falta meterla. Y en este caso no solo sobraba, sino que su ausencia mejoraba la película. Esto me recuerda que tengo que hablar con Jon…
¿Qué el ginecólogo de Magda cante ‘Morena mía’ de Miguel Bosé en una secuencia tiene algo que ver con que sea Axier Etxeandía el que da vida al personaje?
Claro, le había visto trabajar en ‘El intérprete’ y decidí que tenía que hacerlo. Sabía que poner al ginecólogo cantando en ese lugar en el que los pacientes están luchando por apreciar la vida era un riesgo. Pero uno más no importaba y a mí me emociona muchísimo que cante tanto esa como la de ‘Vivir’ de Nino Bravo.
«Alberto Iglesias sí que tiene ahí algo más cercano y doloroso relacionado con la temática del filme que le hizo en un primer momento decirme «voy a alejarme de la película y si puedo toco algo». Y lo primero que hizo fue sentarse al piano y tocar un tema sentidísimo que yo llamé enseguida ‘El alma sin cuerpo'»
Siguiendo con la música, vuelves a contar con Alberto Iglesias para la banda sonora. De él sí que no te separas…
No, y eso que él sí que tiene ahí algo más cercano y doloroso relacionado con la temática del filme que le hizo en un primer momento decirme «voy a alejarme de la película y si puedo toco algo». Y lo primero que hizo fue sentarse al piano y tocar un tema sentidísimo que yo llamé enseguida ‘El alma sin cuerpo’. A partir de ahí se fue animando, y aunque era yo el que tenía que ir a buscarlo a los sitios para que lo hiciera, acabó escribiendo toda la banda sonora. De hecho, el piano que suena no lo toca ningún pianista profesional, sino él. Tiene su pulsión y su emoción. Su interpretación tiene algo de tristeza, inevitablemente, pero es una tristeza como arropadora, como muy amorosa. Es como si sus manos estuvieran protegiendo a Magda y sus notas la hicieran ir a un sitio muy bonito de luz y de humor. Alberto anima, sin pasarse, con su música. Él también sabía esa medida.
Hablabas antes de que Penélope ha aportado mucho humor al personaje. Un humor que, debo reconocerte, me recuerda mucho al que ella ha hecho bajo las órdenes de Almodóvar. ¿Qué te parece que tú que le has robado a Penélope él te haya robado a Emma Suárez?
Bueno, también me cogió a Alberto Iglesias (se ríe), No, ya en serio, a mí encanta Pedro Almodóvar. Me gusta muchísimo y soy fan total porque es un artistazo. Además, me han dicho que ha escrito un pedazo de guión para su nueva película. Desde luego me va a encantar ver a Emma en sus manos, qué morbo más bueno. Yo a ella hacía mucho tiempo que no la veía, y precisamente el día que ella había quedado con Pedro para hablar sobre su participación en la película, me la encontré en un bar y ella, el verme, se lo tomó como una buena señal. Así que le deseé lo mejor y estoy convencido de que va a darnos algo muy interesante. Y volviendo a la pregunta, sí, yo también me he acordado de Pedro cuando rodaba con Penélope esas escenas de humor. Pues mira qué bien, ¿no?
Foto: @eOne Films