Ringleader of the tormentors (2006): Hace unos meses salía la noticia. Morrissey grababa este disco de horrible título junto al productor de rock y glam Tony Visconti y amenazaba con incluir en él coros infantiles. Nos temíamos lo peor y nuestros presagios se han cumplido. Las voces de niños son tan horripilantes como pensábamos y estamos claramente ante una obra menor de Morrissey, después del que fue uno de mis discos favoritos de su carrera, ‘You are the quarry’. La cosa empieza mal con ‘I will see you in far off places’, un tema que no puedo oír sin quitarme de la cabeza el ‘Baba’ de Alanis Morissette, y sigue con ‘Dear God, please help’ y el single ‘You have killed me’, que, sin estar mal, no pertenecen precisamente a lo mejor de su carrera. La frustración se sigue alternando con la satisfacción en el resto del disco. ‘Life is a pigsty’ empieza bien, pero después de 7 minutos de lluvia y repetición, no te dan precisamente ganas de volver a escucharla. Por el contrario, la balada ‘I’ll never be anybody’s hero’ o ‘In the future when all’s well’ están bastante bien. En resumen, ni hecatombe ni uno de los discos del año. 6
Viva Hate (1988): Hay quien cree que Morrissey sin los Smiths no es lo mismo, pero personalmente no veo sino una obvia continuidad. Con Stephen Street, luego productor de Cranberries, Blur y Suede, como compositor de la música y productor, Morrissey debutó en solitario con un álbum con dos temazos que podrían haber firmado los Smiths: la épica ‘Everyday is like Sunday’ y la atormentada ‘Suedehead’. Las escalofriantes cuerdas de ‘Angel, angel, down we go together’ o las preciosas ‘Late night’ y ‘Margaret on the guillotine’ destacan en un disco con sólo un par de temas de «relleno». 8
Bona drag (1990): Siguiendo con la custumbre tan Smith de alternar discos de estudio con recopilatorios de caras B y rarezas, Mozz enseguida publica ‘Bona Drag’. Aparte de las caras A de los singles de ‘Viva Hate’, destacan ‘The last of the famous international playboys’ e ‘Interesting drug’, dos de sus canciones más pegadizas. También ‘Such a little thing makes such a big difference’, ‘November spawned a monster’ y ‘Hairdresser on fire’ están en este álbum, así que el conjunto es bastante resultón. 8
Kill uncle (1991): Este disco es uno de los peor considerados de la carrera de Morrissey, supongo que porque es uno de los menos trágicos. ‘Driving your girlfriend home’ y ‘The harsh truth of the camera eye’ son insípidas y ‘Mute witness’ recuerda al ‘Runaway’ de Bon Jovi. Pero hay temas que se salvan, como el himno ‘Our Frank’, el acertado guiño a los 50 ‘Sing your life’ y el tema final, ‘There’s a place in hell for me and my friends’, al piano, que con su título lo dice todo. 5
Your arsenal (1992): Cuando me compré este disco me horrorizó el ambiente rockabilly de temas como ‘You’re gonna need…’ o ‘Certain people I know’, pero enseguida me terminó haciendo gracia. En el fondo, este tipo de música le pega a su imagen y el resultado es mucho mejor que si hubiera sido cualquier otro cantante que se me pueda pasar por la cabeza, quien se hubiera arrancado por los 50. Para quien no le guste, en realidad predominan los temas a lo Smiths, como ‘We hate when our friends become succesful’ o la preciosa ‘I know it’s gonna happen someday’. Eso sí, faltan singles. 7
Vauxhall and I (1994): Mi disco favorito de Morrissey se llama como el barrio que alguna vez ha acogido mis fiestas favoritas del mundo, las fiestas Popstarz. No es muy diferente al «sonido Morrissey», pero las canciones son mejores que nunca. Su espíritu autoparódico y flagelante aparece en ‘The more you ignore me, the closer I get’; algunas de las guitarras más envolventes de su carrera, en ‘Spring-heeled Jim’; y algunas de las más tiernas en ‘Hold on to your friends’ y ‘Why don’t you find out for yourself’. Pocas veces ha emocionado tanto como con ‘Lifeguard sleeping, girl drowning’. 9
Southpaw grammar (1995): Si pensabas que Morrissey no tenía ningún disco chungo, pues éste es. Vacuas canciones de rock tenebroso y grandilocuente de 11 minutos abren y cierran el álbum. Una lección de cómo estropear buenas melodías con tambores que sólo deberían tener lugar en los directos y guitarras sucias que se extienden infinitamente. Sólo se salvan ‘Reader meets author’ y un poco ‘Best friend on the payroll’. 4
Maladjusted (1997): Un afortunado regreso a los sonidos pop-rock de Morrissey. Sin ser brillante, resulta bastante entretenido y las experimentaciones nada sonrojantes. ‘Alma matters’ y ‘Satan rejected my soul’ son emblemáticas y ‘Sorrow will come in the end’, en la que sólo suenan cuerdas y látigos, una de sus mejores curiosidades. 7
Morrissey, you are the quarry (2004): PIAS dice ahora que este disco de Mozz es su más vendido, con sólo 1 millón de copias, pero bueno. A pesar (o consecuencia) de ser su álbum más comercial, resulta uno de los mejores, con auténticas dianas pop como ‘Irish blood English heart’, ‘I like you’ y ‘First of the gang to die’, dramas tan Morrissey como la de ‘Let me kiss you’ y letras tan interesantes como ‘America is not the world’. El caballero romántico y patético seguía en forma. Los 7 (!) años de espera merecían la pena. 9