El haberme estado echando todo tipo de potingues por todo el cuerpo desde mucho antes de necesitarlos me ha permitido desde siempre tener un amplio conocimiento en cosmética. Además, mi actual dedicación profesional me permite acceder también a todo tipo de productos de belleza de manera gratuita y a veces hasta agobiante, así que creo que ha llegado el momento de poner en uso toda esta importante sabiduría que he ido adquiriendo por unas cosas y otras. Lo cierto es que he probado muchos –muchísimos- cosméticos y ya estoy en condiciones de afirmar dos cosas:
– Que la mayoría no sirve para absolutamente nada. Una vez, mi dermatólogo me dijo que echarnos crema sobre la piel era como echar betún en un zapato, es decir, que los tratamientos externos suelen tener bastante poca eficacia porque no llegan a las capas más profundas de la piel.
– Que cuando algún producto sirve es increíblemente bueno (y sorprendente, sobre todo).
- Publicidad -
Aquí propongo cinco productos que de verdad he probado y puedo asegurar que funcionan y otros cinco (esta lista podría haber sido de cincuenta) que no sirven para nada o, incluso, funcionan al revés. Hala, aprovecha ahora que es la operación bikini…
- Publicidad -
¡FUNCIONA!
1. Anticelulítico termorreductor de Montibello. Es un producto en textura de mousse que se aplica muy bien y produce un –al principio desagradable- efecto calor sobre la piel. Es muy eficaz contra la celulitis y casi desde la primera semana se nota la pierna más fina y la piel más suave. Se absorbe fácilmente, apenas huele y, eso sí, hay que ser constante y aplicárselo a diario y hasta que se termine. El único problema que le encuentro es que sólo lo venden en centros de belleza, es decir, que ni te molestes en ir al Juteco a comprártelo.
2. Yacel Vientre Plano Perfect. No te va a quitar los michelines milagrosamente pero si estás en fase de adelgazamiento, notarás cómo tu tripa se va alisando progresivamente. Si no estás en esta fase, lo que sí es seguro es que apreciarás la zona más firme y mucho más suave, así que su efecto siempre es de agradecer. A los quince días se empieza a notar su acción y, como con todos los productos cosméticos, hay que usarla a diario y durante un tiempo prolongado. Ésta sí que se puede comprar en cualquier tienda.
3. Vichy Podexine. Se trata de una crema para pies agrietados y muy secos. No sé qué tal funcionará en casos muy extremos de pies extremadamente secos, pero en verano es muy útil después de todo el día en sandalias con los pies al aire. Te la echas por la noche y en abundancia, porque se absorbe con facilidad y además su textura no es en absoluto grasa. A pesar de esto, es increíblemente hidratante; te mantiene los pies suaves todo el verano y evita que salgan durezas. De venta en farmacias y parafarmacias, y a un precio bastante asequible.
4. Aquibronz. Los médicos siempre dicen que hay que preparar la piel antes de exponerla al sol. Yo siempre había pensado que era una tontería hasta que probé esto, unos frasquitos bebibles con sabor a algo parecido a melocotón que no sólo activa el bronceado, sino que fortalece la piel y prolonga el moreno. Está compuesto principalmente de vitaminas B5, C y E y se puede tomar todo el año, aunque se recomienda tomar una caja al mes. También a la venta en farmacias y parafarmacias.
5. Gel-crema hydrafresh de L’Oréal. Yo nunca había creído en los contornos de ojos hasta que me empecé a echar uno, éste. Es uno de los más baratos y se puede comprar en cualquier comercio, por eso sorprende que funcione. No es que te borre las ojeras misteriosamente, pero sí que las aclara bastante y desde la primera semana, además de alisar las primeras arrugas si las hay. Ideal para grandes madrugones o para miradas tristes. Eso sí, hay que echársela por la mañana y por la noche con un suave masaje con las yemas de los dedos.
NO FUNCIONA
1. Volumax. No he visto una publicidad más engañosa que la del Volumax. Se supone que después de utilizar el tratamiento a rajatabla, tus labios crecerán un 40%. Yo ya me veía como Amanda LePore pero, después de cuatro meses de aplicarme estas vaselinas a rajatabla, mis labios no habían crecido ni un ápice. Hidratados sí que estaban, pero el tamaño seguía exactamente igual. Mi madre y mi tía también lo intentaron y los resultados fueron los mismos: nulos.
2. Bálsamo de labios The Body Shop. Son estas vaselinas que venden en The Body Shop desde hace siglos que huelen a frutita y queda muy bien llevarlas en el bolso. Eso y nada más, porque no sólo no hidratan NADA los labios sino que a mí me los han llegado a cortar. Palabra: teniendo los labios bien me he aplicado una capa de este bálsamo y se me han agrietado. No sólo no funciona sino que tiene el mismo efecto que si te pasaras una lija por todos los morros.
3. Rellenador de colágeno de L’Oréal. Si este invento no funciona en una persona de veintiséis años que se lo ha echado concienzudamente durante meses sobre unas mínimas arruguitas incipientes, ¿qué le hará a alguien de casi cuarenta con las arrugas ya bien puestas? Es obvio que Claudia Schiffer no se ha puesto el rellenador para el anuncio, porque de haberlo hecho estaría más arrugada que una pasa. En este caso, se cumple a rajatabla lo que dice mi dermatólogo del betún sobre la piel.
4. Fijación secreta de Panténe. Se supone que lo bueno de estos productos es que fijan tu cabello sin que se note, “secretamente”. Bien, pues nada más lejos de la realidad. Después de echarte una fijación de éstas, tu pelo dice a gritos que hace una semana que no te lo lavas porque se queda como grasiento, sucio. Yo he probado una espuma y un gel de esta línea con el pelo recién lavado y se quedaba como si me hubiera limpiado las manos en él después de comerme un bocata de calamares. Ah, y además no fija en absoluto, te deja unos espaguetis despegados de la cabeza y ya está.
5. Sublime Bronze, de L’Oréal. «No deja marcas». “Bronceado uniforme y natural”. “Agradable fragancia”. Aquí la verdad: aunque te extiendas esto con muchísimo cuidado y te laves las manos como un estropajo, te quedas lleno de marcas naranjas por doquier. De uniformidad, nada de nada, las ronchas salen por donde menos te lo esperas. Y huele como a algo metálico indescriptible que sólo se va si te duchas dos veces. No se lo recomiendo ni a mi peor enemigo.
Nota: después de escribir esto me temo que voy a dejar de recibir ciertos regalitos de cosmética, así que como comprenderéis yo todo esto lo hago por el bien de la Humanidad y de una manera totalmente desinteresada.