Ámsterdam

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Ámsterdam

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Ámsterdam según Eric Zilverberg

Al fin retomamos nuestra sección de «Viajes» con Ámsterdam, personalmente otra de mis ciudades favoritas. Gente muy llana, muy abierta, muy acostumbrada a los extranjeros (el 40% de la población), bonitos canales por los que pasear, propuesta cultural y nocturna interesante y decenas de tranvías y bicicletas. Va para 3 años que no voy, así que cualquier modificación / rectificación / aportación, más que bienvenida.

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Bares y clubs: Es costumbre de muchos clubs cachearte antes de entrar. En algunos sitios incluso hay detector de metales. Ir al baño no suele ser gratis sino que tienes que pagar 50 céntimos y también al salir de un club es normal que tengas que darle 50 céntimos al puerta.

Trut: Mi bar favorito de Ámsterdam. Sólo domingos por la noche. Abre a las 23 pero tienes que hacer cola desde las 22.30 si quieres entrar. Es gay indie, también van muchas lesbianas. En el centro de Europa es más normal que los sitios de gays y lesbianas estén mezclados. La música es electro e indie, la gente es muy agradable, la bebida muy barata y parte de la entrada (precio simbólico) y la consumición se destina a causas benéficas. La dirección es Bilderdijkstraat 165.

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More: Un club hetero trendy, de decoración bastante ochentera pero en fino y en el que suena desde europop hasta house. Consultar dirección y programación en su web (si es que la actualizan).

Escape: La típica macrodiscoteca con un par de plantas y distintos ambientes, sólo que en el centro de Europa, todo lo bakala que podría ser en España, se torna pseudoalternativo. Todo parece ser muy gay, aunque hay bastantes heteros. En cualquier caso echar un vistazo a la programación en su página web.

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Paradiso: Es la discoteca en la que suelen ser los conciertos, pero a veces también hacen unas fiestas, por lo que es indispensable siempre mirar la agenda de su web oficial.

Melkweg: También recinto de fiestas y conciertos, recomendable pasar la programación de su web por un traductor de neerlandés.

Gays: La calle gay se llama Reguliersdwarsstraat. Es bastante céntrica, hay varios bares e incluso un coffee-shop bastante agradable, al que va gente de todo tipo. Muy hetero-friendly.

Otras opciones: Si no encuentras entre éstas ninguna propuesta nocturna de tu interés, echa un ojo a la agenda de nl20. También puedes buscar flyers en las tiendas de discos o de ropa (más abajo). Antiguamente había fiestas en casas okupa, que en Europa son más trendy que aquí, y son de lo mejor, con actuaciones musicales de gente normal, champagne, etc. Una de las más famosas, llamada algo parecido a B-Rokin, era muy recomendable, pero desapareció. También es muy común coger un tren (hay toda la noche) a Utrecht, ya que a veces acoge fiestas electro interesantes.

Tiendas de Discos: Las más interesantes se concentran en una calle, Utrechtsestraat, entre las que destaca Concerto. Puedes decirle al tendero que te ponga cualquier disco, pedir consejo sobre grupos holandeses y además hay ofertas de segunda mano. Boudisque es una de las cadenas más famosas.

Ropa: Jordaan vendría a ser a Ámsterdam lo que Fuencarral a Madrid. De negen straatjes (Las nueve calles) en Jordaan están llenas de tiendas vintage. Waterlooplein es un mercado callejero con una tienda llamada Episode con ropa de segunda mano de primera calidad. Alrededor de Dam Square también hay calles peatonales con tiendas interesantes.

Comida: Lo más barato es comer en lo que aquí podríamos identificar como «bares de viejos». Suelen tener unas cartas que incluyen sopas y hamburguesas por 1 euro cada cosa. ¿Problema? No hablan muy bien inglés y la carta es indescifrable si no hablas holandés. Hay muchísimos tipos de Kentuckys, tailandeses, también sitios de tostas y sándwiches, argentinos, franceses y… españoles. La comida no es el fuerte de este país.

Drogas: Merecen un apartado especial por razones evidentes: decenas de jovenzuelos viajan a Ámsterdam sólo para poder fumarse unos petas en los coffee-shops de la ciudad. Una vez allí te das cuenta de que esas personas son sobre todo perroflautas y macarras, y que el holandés medio asegura que no aparece ni muerto por estos sitios, al tiempo que te explica que en realidad no es legal fumar sino que no es ilegal hacerlo. O algo así. Coffee-shops hay por doquier, sobre todo en el centro, en las inmediaciones de Dam Square, yendo hacia Amsterdam Centraal… En el Barrio Rojo también hay unas tiendecitas en las que te venden todo tipo de setas, y en los mercadillos chupachús de marihuana. Cuidado con los pasteles de hachís, que te pueden dejar hasta 20 horas delirando en la cama del hotel.

Museos y excursiones: Entre las recomendaciones de cualquier guía que nadie se debería perder, destacamos el Museo Van Gogh, la Casa de Ana Frank, el Stedelijk Museum y el Rijksmuseum (Museo Nacional). En verano es muy agradable sentarse en los parques, que son amplios y abundantes, y tomar un vino blanco. Una visita guiada en barco por los canales de la ciudad está bien si te gustan las típicas casas holandesas y te interesa su historia. Aunque nadie te explica por qué las escaleras son tan infernales.

Barrio Rojo: No es el Bronx pero es la zona que más puede impresionar al turista medio, con las prostitutas sentadas en sus escaparates ofreciendo sexo, las tiendas de setas, el gran número de mendigos y por supuesto las luces de neón, tan sórdidas. De obligada visita, pero no recomendado alojamiento.

Hoteles: En cuanto sales de la estación central de tren es muy común encontrar gente que te ofrece alojamiento bastante barato. El problema es que suele encontrarse en el Barrio Rojo. Si no eres muy aventurero, hay hoteles de unas 3 estrellas en la zona de los museos por unos 60 euros la habitación doble. Además, en 15 minutos andando te plantas en el centro. El mío, que se llamaba Linda, era bastante apañado.

Aeropuertos y transportes: El aeropuerto de Ámsterdam (Schiphol), aparte de ser uno de los más grandes de Europa es uno de los mejor comunicados. Por unos 3 euros, en media hora en tren estás en Amsterdam Centraal, desde donde puedes ir andando a varios puntos de la ciudad o coger un tranvía si te hospedas lejos. Las distancias son cortas y con un poco de paciencia puedes ir andando a casi cualquier lado. El metro se usa poco, pero el tranvía bastante. Puedes comprar un bono de 10 tíckets. Y ten mucho cuidado de que no te atropelle uno, muchos turistas han muerto con esta tontería. La gente suele utilizar bicicletas para ir a todas partes, incluso borracha o drogada. Si vas a estar mucho tiempo, es imprescindible que alquiles una. E imprescindible enrollarse con un autóctono y que te lleve a su casa de paquete.

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