La historia es muy sencilla: un motorista ve cómo una mafia hawaiana mata a un tipo y huye para que no lo maten. El FBI lo encuentra y le pide que declare contra el malísimo en Los Ángeles. El motero, que también es surfero, accede de mala gana, aunque como le trasladan en primera clase hasta el juzgado, no le importa un pepino. Pero claro, los malos no van a dejarle irse tan tranquilo y cuelan en el vuelo una caja llena de serpiente venenosas que aterrorizarán a todo el pasaje. Algunos incluso mueren.
Éste es el argumento por encima, así que tranquilo que no te hemos desvelado nada importante. Porque en esta película, lo que menos importa, es la historia. ¿O acaso alguien recuerda de qué va ‘La Jungla de Cristal’? Lo realmente importante son los gags, la mala leche disfrazada de superficialidad obra de unos guionistas que han pasado de tomarse en serio su trabajo. Y los protagonistas tampoco se quedan atrás, baste con decir que Samuel L. Jackson decidió participar en la película porque le gustaba el título.
En esta película hay mucho gore, mucho sexo y muchos ofidios que muerden pezones, tetas, coños y pitos. Y si te parece poco, los malos bichos también muerden a las azafatas insoportables, a los ejecutivos cabrones, a los pilotos salidos y a las mascotas de las estrellas del pop. Todo lo que sea necesario para conseguir la recomendación de mayores de 18 años, desde el principio la mayor motivación de su director y sus fanes frikies.
Lo cierto es que pocas veces en una película los fanes han podido intervenir tanto antes de su estreno, ya que han estado dando ideas al director durante el rodaje a través de Internet. Y no solo eso, puesto que también se han encargado de hacer merchadising no oficial, trailers e incluso han dado ideas para la frase promocional, algunas tan divertidas como «Es como batman, pero con serpientes», «Porque a veces… hay serpientes en un avión», «Hoy la comida en un avión… eres tú» u «Hombre negro… mamba negra… cielos negros».
Aunque vayamos a lo que realmente importa: La Pataky. Como decía, su papel es testimonial. Hace de madre que viaja con un bebé y da el coñazo a todos los pasajeros. Por cierto, que el bebé parece su hermano mayor adoptado de lo grande y poco parecido que es a la chica. Como era de esperar, sus mejores frases son “Mi niño, mi niño” o “Mi madre me curaba heridas con aceita de oliva”. Todo de ser hispana y demostrarlo. Si vive o no, ya lo dejo en suspense. Más claro voy a ser asegurando que no se enrolla con nadie. Punto para Elsita porque ya era hora de que una actriz española no se tirara en la pantalla a alguien del reparto.
Resumiendo, esta cinta es como el disco de Dover: cinematográficamente, una mierda, aunque todos deberíamos verla. Yo me he reído como hacía mucho que no lo hacía. Y algún susto me he llevado. ¿Podemos pedir más a una cinta tan palomitera? 6.