Adiós al travesti

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Adiós al travesti

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Si últimamente ha habido alguna fiesta nocturna que provocase animadversión, esa era ‘En plan travesti’, que cosechaba casi tantas críticas positivas como negativas. Lo cierto es que el EPT empezó como «una fiesta de unos amigos que querían conseguir copas gratis» y, por lo visto, esa fue su época dorada: los comienzos. De hecho, la frase más repetida en todos los ‘En plan travesti’ era «yo llevo viniendo aquí desde que esto era una reunión de cuatro amigos». Sin embargo, a pesar de que tuvo buena acogida, la fiesta no empezó a tener un cierto auge hasta que no asistieron a ella algunos famosos, lo que hizo las delicias de sus organizadores.

De todos modos ese fue el principio del fin: un par de agasajos por parte de algunas figuras míticas llevaron a los creadores del sarao a tomarse a sí mismos demasiado en serio. A alguien se le ocurrió la palabra «removida», haciendo un paralelismo con «La Movida», el supuesto movimiento (y digo supuesto porque a día de hoy muchos integrantes niegan siquiera que existiese) que se dio en España durante los años 80 y que tiene algunos de sus máximos exponentes en Almodóvar, McNamara y Alaska; y lo aplicó a este evento, asegurando que estaban cambiando la noche madrileña. Y nada más lejos de la realidad, ya que su repercusión real ha sido más bien nula.

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Al final, los aires de grandeza hicieron que lo que podía haber sido algo grande se fuese convirtiendo en una reunión de mamarrachas armadas con sus casiotones que montaban una fiesta que invadían personajes pertrechados con sus cámaras de fotos para colgar después las instantáneas en sus fotologs. Así, hemos podido ver verdaderos atentados contra el buen gusto subidos al escenario de ‘En plan travesti’, eso por no hablar de los problemas personales dignos de ‘Falcon Crest’ que han arrastrado algunos de sus creadores. Y la fiesta de ayer fue la constatación de que el evento estaba ya a punto de morir: grupos como MJ y las sacerdotisas de Baal -que deberían saber que hasta para berrear hay que tener estilo y a ellos les falta, la verdad- o lamentables performances como la de la Jorja con dos jovenzuelos que rozaban la minoría de edad se encargaron de recordárnoslo. Nosotros preferimos quedarnos con las pasadas actuaciones de Chycha, La monja enana o Tamara, que sí fueron realmente memorables.

Por desgracia, la última fiesta de ‘En plan travesti’ fue decididamente prescindible. Eso sí, no creo que hubiera un lugar con más cancaneo los domingos por la noche, que ayer los baños de la Sala Heineken parecían una sauna en toda regla.

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