Segundo post en la misma semana sobre Sr. Chinarro. Ay, ¿quién me iba a decir?, como diría aquel… Y es que es realmente importante que un artista como Antonio Luque, con un universo lírico propio y único, que editó su primer álbum hace doce años en aquel espejismo del indie patrio (¿cuántos se han quedado en el camino?), viva hoy su mayor esplendor artístico y comercial (¿cuántos pueden decir hoy lo mismo?).
Y así lo demostró ayer en la presentación en Madrid de ‘El Mundo Según’, en el Neu! Club. Llenazo en la sala, público entregado y expectante y tal… Tras las discretas (e ignoradas) actuaciones de Midi Puro (interesantes, a vigilar) y Xabel Vegas (batería de Manta Ray, Jr. y hermano de Nacho Vegas), que fue escandalosamente tapado por conversaciones por lo visto mucho más importantes que sus canciones de folk con toque asturiano (sí, hermano de Nacho Vegas), Antonio Luque expuso al frente de una sólida y joven banda (quizá la mejor que ha tenido nunca) la mayor parte de ‘El Mundo Según‘ y ‘El Fuego Amigo’, intercalando alguna mirada a su mejor pasado (infalibles ‘Quiromántico’, ‘Pico Veleta’ y ‘Santateresa’, una de mis favoritas). Cantando como nunca (como en los discos), sin hacerse el simpático, yendo al grano, Antonio fue vitoreado tema a tema, como si hiciera diez años que no tocara. Mención especial para el inesperado coro del público en ‘El Lejano Oeste’ (ese ‘¡Qué bonito el campo!’ a grito pelao) y la celebrada ‘El rito’, en la que el mismo Luque hizo un poquito de Morente. ¡Olé ahí!