Cuando Irantzu Valencia comunicó que abandonaba La Buena Vida, algunas personas se aventuraron a opinar que el grupo tenía que cambiar de nombre si quería seguir adelante. Los chicos tienen un marrón considerable estos días actuando por primera vez solos, pero la ausencia de Irantzu la suplen recuperando canciones que hacía tiempo que no tocaban juntos, algunas de las mejores canciones de la historia del pop español, que han escrito ellos mismos y son evidentemente suyas. Y eso que el repertorio, al menos de momento no incluye ‘Qué nos va a pasar’ y ‘Buenas cosas mal dispuestas’.
El Teatro Maravillas de la calle Manuela Malasaña es el escenario perfecto para un show como el de La Buena Vida, los de ahora y los de siempre. El grupo abrió la noche con una gran sorpresa, ‘Los mejores momentos’, seguida de otros clásicos favoritos de sus seguidores, como ‘Vapor de carga’, ‘Guillermine’ o ‘hh:mm:ss’. Algunas de ellas no las tocaban desde hacía muchos años, y todas sonaron excelentes y emocionantes ayudadas por la solemnidad del recinto.
La recuperación de ‘Panorama’ fue uno de los grandes aciertos, con ‘Tormenta en la mañana de la vida’, ‘El largo adiós’ o ‘Surquemos el cielo entero’ al frente. También sonaron pistas de sus dos últimos discos, igual de infravalorados, como ‘Un tiempo feliz’ o ‘Ayer te vi’, y más aún sorprendieron las escogidas de su mejor disco, ‘Hallelujah’: ‘Los vientos’, ‘Ventura’ y la preciosa ‘Vini Vidi Vinci’.
Mikel estuvo muy justo de voz, a pesar de que se supone que cantaba mejor que Irantzu, no sabemos si por una afonía, porque está acostumbrado a cantar a dos voces o por otra razón, pero ni siquiera eso pudo enturbiar una noche llena de canciones grandes y sublimes, entre las que las tres nuevas del EP (no tocaron más), en el bis, no desentonaron nada. Un segundo bis, ‘Los planetas’, sonó mientras había gente que abandonaba ya la sala. Habrá gente que se quedará en el camino, pero al grupo le queda vida para rato. 9. Supervago.
Interpretó dos versiones, una de su hermano Benjamin Biolay (‘La ballade du mois de juin’) y otra de Vanessa Paradis, la magnífica ‘Pourtant’, en versión más rústica, que le quedó bastante coqueta. Gracias al directo de ‘Paris, dix heures du soir’ se descubre cómo una determinada interpretación puede dar matices diferentes a una letra o a una melodía que en principio ni fu ni fa. ‘Share The Day’, con la armónica, sonó igualmente bien. Coralie Clément en directo, sin ser cosa de otro mundo, gana enteros y deja un muy buen sabor de boca. 7 Angèle Leciel.