Álex de la Iglesia es el nuevo presidente de la Academia de Cine desde el pasado domingo. 204 miembros de los 1200 votaron a favor mientras que 43 se abstuvieron, aunque como no se ha presentado ninguna otra persona, un solo voto le habría valido para quedarse este marrón que, no obstante, ansiaba. Sus intenciones son conseguir que Garci y Almodóvar vuelvan y acercar el cine español al público, pero lo que está en el ojo del huracán son constantemente sus declaraciones sobre la piratería, a las que no ayuda que la impopular González-Sinde, que todo lo que dice tiene que ser malo porque sí, haya apoyado su candidatura. Hasta Sr. Chinarro está un poco harto del tema y en su blog en Club Cultura recientemente se preguntaba: «Vosotros preferiríais a la de Sara Mago, Doña Esperanza, ¿no?».
Declaración que hace González-Sinde o declaración que hace Álex de la Iglesia, declaración que vemos en todos los medios y en la portada de Menéame. En ocasiones se presenta un titular sensacionalista y sesgado, como ‘La televisión y el cine van a morir y el asesino es internet’, cuando en realidad la declaración completa de Álex de la Iglesia, aunque sitúa la muerte del cine dentro de 10 años, de lo que habla es de adaptarse al nuevo medio de manera inmediata. ‘Es necesario adaptarse a Internet y no luchar contra la red, porque la lucha es nula’ habría sido más justo de acuerdo a lo que dice en la entrevista.
El director de ‘El día de la bestia’ o ‘La comunidad’ ha reconocido varias veces que se baja muchas películas de la red, incluido porno, y esa vertiente de sus declaraciones se considera campechana y conciliadora. Tanto que hasta le creemos cuando nos dice que hay que desmitificar el tema de las subvenciones, que no son tantas, que el cine español es un negocio y que «funciona mejor fuera que dentro«.
Los problemas vienen, claro, cuando Álex de la Iglesia habla de pagar por ver una película. «Ya que se baja, hay que bajarse bien las cosas, con calidad y en streaming, y sin que se vea una película porno en medio, y para ello lo mejor es pagar». Aunque reconoce que es «muy difícil convencer a alguien de que tiene que pagar por algo que ya tiene gratis», es uno de sus objetivos como presidente.
Salvo la referencia al «robo de las descargas«, más relacionada con la criminalización del usuario con la que Álex «no está de acuerdo, sus declaraciones son bastante más moderadas de lo que estamos acostumbrados. Sin duda, el principio de algo, si no se sacan de contexto sus afirmaciones y se tira de él más hacia el streaming, como en música hace Spotify, y menos a las descargas de pago. A Álex, que se deja ver mucho por Madrid constantemente, dan ganas de decirle cuando te lo cruzas: «en menuda te has metido, hijo mío».