Hace tiempo que Sonic Youth no eran tan accesibles. El grupo neoyorquino, en su vuelta a un sello independiente tras dos décadas en Geffen, se declara más directo que nunca, con un disco en el que rezuman las melodías pop. Sí, la edad los ha hecho más melódicos, lo que sin duda es toda una oportunidad para aquellos que siempre se han querido adentrar en el sonido Sonic Youth pero nunca se han atrevido.
‘The Eternal’ tiene todo lo que ha hecho a Sonic Youth grandes. Unos riffs de guitarra únicos e inimitables, con sus sonidos llevados al límite, experimentación y ruido. Esto, mezclado con unos temas directos, cortantes, en los que la parte más experimental que siempre han explorado queda contenida en las canciones. Pero para los seguidores, este disco no es una ruptura con los últimos, sino el paso lógico que se veía venir desde el ‘Murray Street’ y que terminó con el ‘Rather Ripped’, como una continuación de temas como ‘Incinerate’ o ‘What A Waste’.
Con Mark Ibold, antiguo componente de Pavement, al bajo, Kim Gordon se suma a las guitarras de Moore y Ranaldo y canta en la mayoría de los temas con esa voz tan característica, que casi se ahoga en el único tema que nos recuerda a los Sonic Youth más evasivos, ‘Massage The History’.
El resto de temas son pura energía de metabolismo rápido, directa a los tímpanos. Rock del puro, lleno de ‘ohohoohos’ y ‘heyeyeyes’ como nunca antes de había escuchado en un disco suyo.
Calificación: 8/10
Temas destacados: ‘Anti-Orgasm’, ‘Sacred Trickster’, ‘Antenna’, ‘What We Know’
Te gustará si: eres fan de Sonic Youth y si no, probablemente también
Escúchalo: en Spotify.