«Todas huelen a vieja / todas huelen igual». Si al final Chico y Chica tenían razón en su último capítulo de ‘Cuatro en Alicante’, ‘Altos Vuelos’, cuando el grupo cantaba aquella canción sobre las colonias. Ahora que sufrimos este aluvión de anuncios de perfumes de toda índole en la tele y medios escritos, casi todos ellos merchandising de firmas de moda, es decir, que casi todas las fragancias que compramos son la licencia de una gran marca (Yves Saint Laurent o Armani, por poner dos ejemplos) a una casa perfumera que fabrica las colonias a su medida, es destacable que casi siempre terminemos oliendo a lo mismo.
Y últimamente lanzan cosas ciertamente decepcionantes como Lola de Marc Jacobs, que es Eau de Abuela, o Love Etc. de The Body Shop, muy dulzona. Aunque bueno, en esto del aroma las percepciones son muy distintas según quién huela y quién lleve el perfume en sí.
El caso es que últimamente vuelven a estar de moda los perfumes súper exclusivos pertenecientes a casas que sólo se dedican a ello. Es decir, que no son la colonia que unos han hecho para Stella McCartney sino que son empresas únicamente perfumistas. Un poco à la Jean Baptiste Grenouille pero adaptado a nuestros tiempos, las colonias que ahora están más de moda entre los entendidos son exclusivas (es decir, no lanzan 300 ediciones especiales al año y no millones de ediciones), de tipo unisex (eso de los olores «masculinos» y «femeninos» es una cosa social, en realidad podríamos llevar todos la misma colonia sin problema) y de precios bastante elevados. Claro, no van a ser encima regalados…
Entre mis marcas preferidas está la sueca Byredo, que es relativamente joven y que nada tiene que ver con los maestros perfumistas de aspecto rancio. Su dueño, Ben Gorham, es un tipo con más pinta de Dj que de perfumista hijo de canadiense e india pero criado en Estocolmo. En realidad es diseñador gráfico, pero un día se juntó con unos cuantos «narices» y con ellos creó esta marca inspirándose en sus viajes por todo el mundo. Tiene poco más de 10 fragancias -con versión vela y baño, por cierto-, todas ellas en un sobrio frasco hiperminimalista y por no menos de 100 euros cada una. La más vendida, y con razón, se llama Pulp, es a base de higo y completamente unisex. Byredo lleva poco tiempo en España por lo que podríamos decir que aún es bastante, por no hablar de que se distribuye en lugares muy exquisitos como la Perfumería Nadia de Madrid.
Acaba de aterrizar también recientemente un perfume llamado Eau Mo. Léelo tal y como se pronunciaría en Francés, o-mo. Sí, es «homo», es decir, la primera fragancia creada exclusivamente para gays. Dicho así suena como una mariconada horrible en plan ‘Eau de Manflorité’ a base de eucaliptus de sauna, florecillas del campo y lubri, pero en realidad hay que reconocer que es un perfume muy especial. Dulce pero no empalagoso, bastante persistente aunque no agobiante, ciertamente unisex. Yo creo que sería apto tanto para hombre como para mujer, pero quizá ese Pour Gay que decora la etiqueta puede hacerle perder credibilidad. Si olemos Eau Mo sin prejuicios podemos concluir que es un perfume bastante interesante para hombre -y alguna mujer-.
También están recientemente llegados a España los perfumes de Jo Malone, de origen británico. Yo los descubrí en un libro de Sophie Kinsella, en una de las continuaciones de ‘Loca por las compras’ (sí, leo esa clase de libros), y despertó mi curiosidad que la protagonista estuviera tan loca por ellos. De nuevo, es una gama unisex, amplísima, que incluye referencias para la casa, colonias y productos para el cuerpo. Lo que les hace más especiales es que son casi todos combinables entre sí, es decir, que te aplicas varios de ellos a la vez para crear tu propio aroma, algo poco visto. Además, tiene pijaditas como un spray para pulverizar sobre la almohada y que huela a lavanda, que te lo puedes llevar de viaje para que tu ropa siempre huela a casa cuando abras la maleta en el hotel. Una pijez, vamos. Se venden sólo en El Corte Inglés de Serrano en Madrid y sus magníficas esencias tampoco bajan de los 50 euros en botecito minúsculo. Ahora, te lo dan presentado en un maravilloso packaging de esos que da pena romper (de hecho, hay gente que los colecciona) y en las tiendas -Corner, en España- te atienden con un trato exquisito. Ya que lo pagas tan bien, al menos lo puedes probar todo antes de llevarte cualquier cosa, haciendo tu perfume lo más personalizado posible.
Hay muchas marcas que se empiezan a popularizar entre los fans de lo más exclusivo y de la perfumería nicho: Czech and Speake, Miller Harris, la italiana Nasomatto, la española Campos de Ibiza… Se pueden comprar online o en perfumerías súper escogidas como La Brea Store, Perfumería Q, JC Apotecari o la multimarca Isolée.
Ahora diréis que «ya está la pija recomendando tonterías con la que está cayendo de crisis». Pero ya es Navidad y dado que en general todo el mundo se va a gastar un panojal en vaya usted a saber qué tonterías, al menos que sea en un producto bien lujoso, original y estéticamente agradable.