Después de librarse de su sentencia por las causas más peregrinas, como por ejemplo el incendio del juzgado o una visita obligada al dentista, Lil Wayne cumple un año de prisión por posesión ilegal de armas en Rikers Island desde esta semana, exactamente desde el 8 de marzo. Se espera que, en caso de tener buen comportamiento, salga en ocho meses. La noticia absurda del día es que no se le permitirá firmar autógrafos en prisión. Un oficial ha declarado a TMZ que Lil Wayne no es «ninguna celebridad» allí. Os recordamos que, a pesar de ser un completo desconocido en España y del fracaso de su último disco, Lil Wayne es todo excepto un artista underground en EE.UU. Es de hecho de los más vendedores, nuestro Dani Martín o algo así.