La gran Carmen Lomana, icono gay, icono kitsch, icono pop, es la protagonista de la campaña publicitaria que está en boca (ja-ja) de todos. En el anuncio la vemos cual princesa en una bañera, rodeada de rosas, pero el producto no es Porcelanosa a lo Isabel Preysler: ¡lo que nos dice es que le gusta una hamburguesa de pollo a la parrilla! ¿Comprada con dinero «cash»? Se desconoce: en Burger King, como en los restaurantes de alta cocina, ya se puede pagar con tarjeta, aunque sólo te pidas la hamburguesa sin el menú.
En el anuncio, de manera absurda, Carmen recibe en principio la hamburguesa vestida, pero se desnuda y se introduce en la bañera sin tocarla en ningún momento. El anuncio ha provocado una esperable revolución en internet. Lomana es «trending topic» en Twitter y también lo es «Burguer King», aunque mal escrito.